11 de octubre de 1968, se hace el lanzamiento de la misión Apolo 7. Recordemos, brevemente, los motivos que hicieron de la misma una misión histórica:
- Fue el primer vuelo tripulado del Programa Apolo.
- Fue el primer lanzamiento tripulado del cohete Saturno IB.
- Fue la primera misión espacial estadounidense con tres astronautas volando al mismo tiempo.
- Los objetivos de esta misión fueron probar y verificar los sistemas del módulo de mando y de servicio (CSM), las comunicaciones y los procedimientos que se emplearían en las siguientes misiones Apolo.
- Además, también fue la primera vez que se emitía televisión en directo desde una nave espacial tripulada.
De aquella misión, como la de todas del Programa Apolo, solo regresó a Tierra el Módulo de mando. El del Apolo 7 se encuentra en el Museo Frontiers of Flight de Dallas, Texas (EEUU) que por supuesto puede ser visitado.
A fecha de hoy, sin embargo, de los tres astronautas que formaban la tripulación, sólo Walter Cunningham (Piloto del Módulo Lunar – LMP) es el único que sigue vivo con 89 años. Quizás, una de las anécdotas menos conocidas fue que, al comienzo de la misión, durante la fase de despegue e inserción en órbita, las comunicaciones de voz se resintieron bastante, llegando a perderse durante algunos minutos. Posteriormente el problema se achacó a los equipos receptores de VHF de las estaciones de seguimiento. Como se puede leer en el Diario de vuelo del Apolo 7 el problema se empezó a solucionar cuando el Apolo 7 volaba por encima de la estación de Canarias (Maspalomas)
El Apolo 7 quizás sea la misión menos glamurosa de todas las misiones tripuladas del Programa Apolo, sin embargo, quitando el hecho de que fue la primera (en ser tripulada), tuvo más importancia de lo que se cree. Hay que recordar que los norteamericanos llegaron a ella después del terrible accidente del Apolo 1 ocurrido un año y, casi, ocho meses antes e iba justo detrás del Apolo 8, que iba a ir, nada menos, a orbitar la Luna dos meses después.