La USTR señaló que siguen presionando para que México complete su procedimiento de aprobación sin demoras indebidas y use un proceso de aprobación basado en la ciencia.
El gobierno de Estados Unidos manifestó preocupaciones por retrasos en decisiones sobre solicitud de productos biotecnológicos en México y en la toma de decisiones en el mismo ámbito no basadas en ciencia.
La Ley de Bioseguridad de México exige que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) decida sobre una solicitud completa de autorización que cubra la importación y venta de productos biotecnológicos en un plazo de seis meses a partir de su recepción.
“Estados Unidos ha expresado serias preocupaciones de que ciertas decisiones sobre las solicitudes no se basaron en la ciencia y con retrasos en la tramitación de las solicitudes”, dijo la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) en un informe.
El 1 de enero de 2021 entró en vigor un decreto en virtud del cual se revocarán las autorizaciones existentes “para el uso de grano de maíz genéticamente modificado en la dieta de las mexicanas y los mexicanos” y se prohíben nuevas autorizaciones hasta que el grano de maíz genéticamente modificado sea sustituido por completo antes del 31 de enero de 2024.
Un decreto publicado el 13 de febrero de 2023 derogó el decreto de 2021 y contiene prohibiciones y eliminación gradual de maíz biotecnológico para ciertos usos.
El 6 de marzo de 2023, Estados Unidos solicitó consultas técnicas bajo el Capítulo Sanitario y Fitosanitario del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en relación con ciertas medidas establecidas en el decreto de México del 13 de febrero de 2023 y rechazos de solicitudes de autorización que cubren la importación y venta de ciertos productos biotecnológicos.
Por otro lado, México rechazó solicitudes para el cultivo de algodón biotecnológico en 2019 y 2020 y no se presentaron solicitudes en 2021 y 2022.
De acuerdo con la USTR, el algodón biotecnológico se ha cultivado en México durante 25 años sin evidencia de impacto adverso en el medio ambiente, la biodiversidad o la salud animal o vegetal.
“Estados Unidos sigue presionando a México para que reconsidere estas solicitudes, complete su procedimiento de aprobación sin demoras indebidas y utilice un proceso de aprobación basado en la ciencia y el riesgo”, dijo la USTR.México no ha aprobado ninguna solicitud de permiso para cultivos genéticamente modificados (algodón y alfalfa) desde 2019, citando el principio de precaución.
En México, la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) es el organismo encargado de establecer las políticas relativas a la seguridad de la biotecnología respecto al uso seguro de los organismos genéticamente modificados (OGM).
Estas actividades están reguladas por la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (Ley de BOGM) y su Reglamento.
La importación de OGM para la liberación experimental al ambiente, y para programas piloto, o para uso comercial, requiere de un permiso emitido por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), tras haber efectuado una evaluación de riesgo (artículo 66 de la Ley de BOGM).