Por diferentes causas, muchos quintanarroenses no pueden realizar la donación de órganos.

A unos días de cerrar el año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registra en Quintana Roo alrededor de 26 donaciones de órganos y tejidos, por lo que está a tres de llegar a la meta impuesta a nivel nacional.

Moisés Campos Navarro, coordinador hospitalario de Órganos y Tejidos del Hospital Número 17, en Cancún, comentó que, desde oficinas centrales del IMSS, establecieron una meta de 29 donaciones de órganos y tejidos para Quintana Roo.

“Todo se mide en tasas por cada tanto número de habitantes y, con base en esto, Quintana Roo es de los estados que sí donan, comparado con el resto del país. Se cuestionará que, con 25 donaciones, pero hay estados que no sobrepasan las diez u 11. Nosotros tenemos una taza, con respecto a nuestra población, tenemos el indicador tan alto como otros estados que llevan muchos años con donaciones, sólo que aquí vamos empezando”.

Refirió que, aunque, no se llegara a alcanzar la meta establecida, en Quintana Roo se vive una tendencia al alza en donaciones durante los últimos años, que la ha posicionado por encima de otras entidades de la zona sur del país.

Sin embargo, el especialista reconoció que hay casos en los que el donante quiere, pero hay ocasiones en que no se puede, por diferentes causas, como la forma de la muerte, que impiden la viabilidad de realizar un trasplante.

“Hubo un caso que la mayoría de las personas que han escuchado en las noticias sobre la donación de un corazón, de un hígado, fue porque en ese momento el donante tenía muerte cerebral (…) A veces creemos que un paro cardiaco nos permitirá obtener u  órgano, pero cada que se detiene el corazón, los riñones, el hígado, el corazón mismo, ya no se pueden utilizar, porque empieza el proceso de muerte y en ese momento ya no puede ser donante de órganos, pero de tejidos sí”.

Además, se procura que los órganos o tejidos tengan condiciones que no dañen al receptor, como la presencia de bacterias que aparecen durante el proceso de muerte del donador.

Acerca de los mitos y tabúes de las familias, el médico reconoció que, pese a ello, este tipo de ideas no han permitido elevar el número, sobre todo por la creencia de que entregarán un cuerpo mutilado, por lo que uno de los lineamientos es garantizar el menor rastro del procedimiento para retirar el órgano o los tejidos que serán donados.

“Creo que no se entiende cómo va a quedar el cuerpo del familiar. La verdad es que no se hace ninguna mutilación, sino que se hace una incisión quirúrgica, por lo que se cierra la herida y el cuerpo se entrega íntegro, reconstruido (…) La figura del finado siempre debe ser respetada, ese es el objetivo, el compromiso”.

Campos Navarro comentó que, según estudios sociodemográficos de los donantes, establecen que las generaciones más grandes de edad tienen más arraigados los mitos sobre la donación de órganos y tejidos, menos información al respecto, no así los jóvenes, pero el “problema es que la batuta de la familia está en los adultos mayores”, pues prevalecen sus ideas

Ante ello, el especialista recomendó expresar en vida la intención de ser donante, pues la mayoría de las personas cercanas respetan dicha decisión, aunque no estén de acuerdo con ella, por lo que pidió a los interesados en donar órganos y tejidos, que lo expresen a familiares y amigos para poder ayudar a personas después de la muerte.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *