Según ClearBridge Investments, la estructura de las regulaciones, calidad en sus relaciones contractuales y el potencial de crecimiento son los mayores atractivos de la región.
La protección del capital en un contexto de alta inflación, elevadas tasas de interés y desaceleración económica, es por lejos una de las principales preocupaciones a la hora de invertir. En este contexto, los activos físicos, en especial aquellos ligados a servicios esenciales, se presentan como una opción cada vez más atractiva para resguardar y rentabilizar los dineros
Con este telón de fondo, a nivel global los sectores como las energías renovables, infraestructura de transporte y desarrollo de la red 5G se muestran como atractivos para este 2023, aunque para América Latina lo harían con mayor fuerza los relacionados a la generación y distribución de electricidad.
Esa es la fotografía que saca la administradora de gestión de fondos ClearBridge Investments de Franklin Templeton para el comportamiento de este tipo de activos durante un año marcado por los riesgos derivados de los temores de recesión, las tensiones políticas y la alta inflación; pero que augura una serie de oportunidades para la infraestructura y los servicios públicos, cuyas valoraciones actualmente son muy atractivas, dijo la compañía.
El atractivo de Latinoamérica
En conversación con DFSud.com, Dave Wahl, director especialista sénior en carteras de ClearBrigde Investments, hizo una valoración positiva sobre estos activos en las economías de la región, destacando en ellas, la estructura de las regulaciones y la calidad de las relaciones contractuales, lo que se sumaría, dijo, a las oportunidades de crecimiento estructural, propias de los mercados emergentes. Aunque en la vereda contraria, el principal desafío será la alta inflación, las tasas de interés más altas y un dólar estadounidense fuerte.
Allí, todas aquellas infraestructuras relacionadas a servicios públicos se presentan atractivas, indicó Wahl al señalar a Brasil como el mercado más importante, tanto por tamaño como por facturación. En su análisis sobre esta economía, si bien remarcó el giro a la izquierda que se dio con la victoria de Lula Da Siva, “creemos que los marcos regulatorios para los activos regulados, como la transmisión y distribución de agua, electricidad y gas, se mantendrán y que la perspectiva de intervención del gobierno será baja”.
México, es otro de los mercados que resulta atractivo para la firma y donde también tienen sus apuestas, dado el tamaño de la economía y su cercanía con Estados Unidos. Chile, entra también en la lista de mercados bien ponderados, aunque en menor medida respecto de los dos anteriores.
¿Por qué infraestructura?
La razón para invertir en infraestructura en tiempos económicos complejos es simple. Al menos así lo ve Daniel Chu, director, y gestor de cartera de ClearBridge Investments, quien argumentó que las razones detrás de estas apuestas tienen que ver con que este tipo de activos físicos brindan un servicio esencial a la sociedad y obtienen rendimientos regulados o contratados que son transparentes y constantes, y que además tienen varios mecanismos mediante los cuales absorben los mayores costos por inflación y tasas de interés más altas.
“El impacto en los activos de infraestructura debería ser moderado, particularmente para los regulados donde las empresas generan sus flujos de efectivo, ganancias y dividendos a partir de sus bases de activos subyacentes. Esperamos que esas bases de activos aumenten en los próximos años”, dijo Chu.
A lo que se suma, que la mayoría de las empresas de infraestructura también tienen un vínculo con la inflación en sus ingresos o rendimientos. “A medida que caen los rendimientos reales, los servicios públicos parecen estar preparados para funcionar bien, y actualmente hemos inclinado nuestras carteras de infraestructura para reflejar esto”, indicó.