Más de mil funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) han sido referidos a la oficina de asuntos internos u obligados a renunciar después de que fueron sorprendidos exigiendo sobornos o en otros actos de corrupción, informó este viernes Francisco Garduño, director de esa dependencia.
El Gobierno ha colocado cámaras en las oficinas de migración, las cuales captaron algunos actos sorprendentes, incluyendo a funcionarios extorsionando a migrantes, agregó Garduño.
En ocasiones, empleados de la agencia vendían formularios impresos en papel para concertar citas en las oficinas de inmigración cuando debían haber sido distribuidas gratuitamente, y algunos trabajadores solicitaban sobornos para aceptar solicitudes de visa o de otro tipo. Otros recomendaban los servicios de asesores informales conocidos como “coyotes” que cobran por su labor, en lugar de que los funcionarios ayudaran a los migrantes a solucionar sus problemas.