En las imágenes que circulan en redes sociales se observa a la escultura, erigida el pasado 29 de diciembre, en el piso, sin cabeza y sin piernas

En menos de 72 horas la estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador, develada en Atlacomulco (Estado de México), cuna del priismo, el pasado 29 de diciembre, fue derribada. En las imágenes que circulan en redes sociales, se observa la escultura, de 1.80 metros de altura, en el piso, hecha pedazos, sin cabeza y sin piernas. Hasta el momento, ninguna autoridad se ha pronunciado sobre la destrucción del monumento durante las primeras horas de 2022.

El pasado 29 de diciembre, el alcalde morenista del municipio de Atlacomulco, Roberto Téllez Monroy, develó la estatua y compartió imágenes del evento con varios mensajes de este tipo: “Honor a quien honor merece. El hombre honrado es el que mide su derecho por su deber. (Henri Lacordaire)”. Ante los medios locales, el entonces presidente municipal dio a conocer que la figura fue hecha por artesanos de Tlalpujahua, Michoacán, con cantera rosa de la región y tuvo un costo de 50.000 pesos. Téllez Monroy desveló la escultura a dos días de dejar el cargo. El morenista buscaba la reelección por la coalición “Juntos Hacemos Historia”, sin embargo, perdió las elecciones frente a Marisol Arias, de la coalición “Va por el Estado de México”, integrado por el PRI, el PAN y el PRD.

La estatua, que fue colocada en frente a la terminal de autobuses y muy cerca del centro municipal, muestra la figura del presidente mexicano y con los brazos sobre el pecho. La estatua estaba sobre una base de concreto con una placa con la frase “Lic. Andres (sic) Manuel López Obrador. Presidente de México 2018-2024″. La escultura generó una ola de críticas en redes sociales. Los internautas hicieron hincapié en que la placa de la estatua tenía un error ortográfico en el nombre del mandatario así como la paradoja de que se desvelara la figura del presidente en uno de los principales bastiones del priismo, la cuna de la que han emanado nombres relevantes del PRI como Enrique Peña Nieto, Alfredo del Mazo, Arturo Montiel o Carlos Hank González.

La primera estatua del presidente López Obrador en un espacio público apenas se ha mantenido unas horas de pie. Sin embargo, el mandatario ha externado en distintas ocasiones que está en contra de estas expresiones y del culto a la personalidad. ”En mi caso, tengo escrito en mi testamento que no quiero que se use mi nombre para nombrar ninguna calle, no quiero estatuas, no quiero que usen mi nombre para nombrar una escuela, un hospital, nada absolutamente”, ha declarado en varias ocasiones en sus conferencias matutinas en Palacio Nacional.

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