Habrá pláticas sobre el cuidado de los océanos, talleres y concursos.
Las autoridades ambientales de Quintana Roo alistan la vigésima edición del festival para la conservación de la tortuga marina, con el fin de reducir los incidentes que ponen en peligro a las especies en las zonas turísticas y concienciar a los ciudadanos.
Karla Trujano Rivera, presidenta del Comité Estatal para la Protección, Conservación y Manejo de Tortugas Marinas en el estado, comentó que esta edición se realizará en tres sedes al sur del estado y se espera recibir, del 21 al 23 de octubre, a alrededor de 600 personas, a quienes se compartirán medidas para el manejo de las tortugas, principalmente para el sector hotelero.
Leonel Gómez Nieto, coordinador del programa de conservación de tortugas marinas Riviera Maya-Tulum, señaló que con el festival se buscan reducir las incidencias que se dan al mes en las zonas del sur aledañas a hoteles, ya que en septiembre hubo casos de fiestas nocturnas y basura en las playas, que pueden complicar el traslado de las crías recién nacidas hacia el mar.
“El evento se realizará el primer día en Akumal, el segundo en la Cancha Maya de Tulum, y cerrará en el santuario de Xcacel Xcacelito. Será un festival donde se darán pláticas de concientización para preservar los océanos, se harán talleres, concursos”, dijo.
Comentó que uno de los objetivos para este festival es convertirlo en una costumbre para los quintanarroenses, para que incluso deje de depender del comité estatal y de las asociaciones civiles para realizarse, y sumar cada vez más voluntarios a los programas de conservación de los quelonios.
“También se busca atraer a más personas para que se ofrezcan como voluntarios a los programas de conservación, puesto que en 14 playas supervisadas por Flora, Fauna y Cultura de México, hay menos de 100 voluntarios para cubrir arenales de más de cuatro kilómetros de extensión, donde se han dado situaciones con hoteles y turistas durante la noche”, agregó.
Según el entrevistado, para costear el programa de conservación se requieren al año más de cuatro millones de pesos, sin contar las otras playas a cargo de otros programas.