El chef Emmanuel Saldaña, de 27 años, nació en Apizaco, pero desde octubre de 2020 vive en Quintana Roo con su prometida Michelle, quien también se mudó desde Tlaxcala. Por recomendación de un amigo, fue puesto a prueba y después contratado como encargado de cocina en un hotel que le permitió desarrollar su profesión.
Yo estaba desempleado y fue una gran oportunidad para mí porque nunca había salido de Tlaxcala a trabajar. Anteriormente, en la universidad estuve en Guadalajara, entonces sabía que tenía que salir porque había mucha oportunidad en cuanto a mi carrera, relató.
Para Emmanuel y su prometida ha sido primordial tener un objetivo, pues afirma que el contexto de un estado tan turístico puede ser contraproducente:Estamos acostumbrados a un solo entorno y limitados a lo que nos enseñan en casa. Aquí estamos frente a una sociedad que pocas veces encuentra un límite. Así que, si uno no tiene mucho control o no es cuidadoso, es fácil perderse en la vida nocturna o los vicios.
Actualmente, Emmanuel cocina en un restaurante vinícola de Playa del Carmen (cerca de por lo menos otros 10 tlaxcaltecas enfocados en el sector turístico), pero no abandona la posibilidad de buscar otro espacio: “Por ahora no pienso irme, pero tampoco tengo la idea de quedarme a vivir. Es una oportunidad para crecer tanto profesional como personalmente. Ha sido un buen lugar para impulsar nuestra vida”.
Finalmente, sostiene que vivir en Playa del Carmen es más caro. Desde la vivienda hasta los productos de la canasta básica, es un reto adaptarse a la ciudad; no obstante, hay un gran flujo de dinero: “En el ramo de alimentos y servicios es muy común que con solo una sonrisa te dejen 100 o 200 pesos. Si quieres venir a capitalizarte, este es un muy buen lugar”.Otro caso de éxito es el de José de Jesús Olivares, oriundo de Muñoz de Domingo Arenas; tiene 45 años y trabaja en Cancún desde 2010. Antes de llegar a su nuevo hogar, José de Jesús se dedicaba a conducir camiones de pasajeros; más adelante, la invitación de una empresa de transportes lo animó a mudarse para manejar autos privados de un hotel de Quintana Roo ofreciéndole un ingreso que triplicaba lo ganado en Tlaxcala:Me dijeron que hacía falta personal y, si aquí ganaba 200 pesos diarios, allá iba a ganar 600, pero seguros. Eso fue lo que nos animó a venirnos, porque mi esposa y mis hijas se tuvieron que venir conmigo.
Aunque su estilo de vida cambió radicalmente, él asegura que fue una decisión pensada en el futuro escolar de sus hijas y el bienestar de su familia, además de disfrutar su labor: “Siempre me ha gustado manejar y conocer nuevos lugares. Aquí he conocido mucha gente de todas las nacionalidades, de todos los genios y modos. Yo creo que no cambiaría lo que hago”.
El señor Olivares asegura que ha conocido, por lo menos, a otros veinte transportistas tlaxcaltecas trabajando en Cancún, así como en diversas áreas:Aquí hay mucho paisano, sobre todo en los restaurantes porque la propina es lo que más nos deja a todos.
Oferta constante
Además de los contactos personales y la búsqueda de oportunidades a través de aplicaciones móviles, el Servicio Nacional del Empleo (SNE) reclutó en febrero de este año a 52 tlaxcaltecas que fueron contratados para trabajar como chef, meseros, bar tender y demás oficios en el hotel Barceló.
Actualmente, la unidad Tlaxcala de este SNE invita a ser parte de un reclutamiento presencial para trabajar en Iberostar dentro de la Riviera Maya. La cita es en la calle Guillermo Valle #7 en Tlaxcala los días 7 y 8 de noviembre o en el bulevar Francisco I. Madero #1107 de Apizaco los días 9, 10 y 11 de noviembre con un horario de 10:00 a 15:00 horas.