Los senadores de EU señalaron que las medidas de México sobre el maíz transgénico hará perder a ese país miles de dólares.
Los senadores Chuck Grassley y Joni K. Ernst pidieron a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) que solicite formalmente un periodo de consultas con México por el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador de prohibir las importaciones de maíz transgénico a partir de 2024.
En una carta dirigida a la representante Katherine Tai, los senadores señalaron que es momento de que el USTR intervenga en este asunto, pues el decreto presidencial contradice directamente los compromisos realizados previamente por el gobierno de México y los Estados Unidos en el T-MEC.
“Le solicitamos respetuosamente que solicite formalmente consultas sobre solución de controversias en virtud del artículo 31.4 del T-MEC. Si al final del período de consulta, México no ha confirmado que revocará su prohibición, el USTR debería proceder con una solicitud para el establecimiento de un panel de solución de controversias”, señalaron.
Los legisladores mostraron su preocupación porque Iowa es el principal estado productor de maíz, con un crecimiento de 2 mil 500 millones de bushels por año, además de que exportan 16 millones de toneladas de maíz a México cada año.
En este sentido, citan un estudio realizado por World Perspectives Inc en el que advierten que en el primer año de la prohibición de México, los productores de maíz y los socios de la industria estadounidense sufrirían pérdidas de 3 mil 560 millones de dólares, seguidas de una pérdida de 5 mil 560 millones en el segundo año.
Según el pronóstico de 10 años, la prohibición mexicana del maíz transgénico causaría que la economía estadounidense perdiera 73,890 millones de dólares en producción económica, y el Producto Interno Bruto (PIB) se contraería en 30,550 millones de dólares.
Tema de maíz transgénico podría ir a panel
El decreto presidencial de prohibir las importaciones de maíz transgénico para 2024 detonará una nueva disputa comercial con Estados Unidos, que provee la mayor parte de la demanda de maíz de México.
De acuerdo con Samantha Atayde Arellano, socia en RRH Consultores, la recientes reuniones entre la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, y sus homólogas de Estados Unidos y Canadá, han revelado que existe un descontento de los exportadores de maíz que podrían aumentar los irritantes en la agenda comercial bilateral.
“El primero, la disputa de energía y que haya un avance expedito. El segundo, que se eliminen las restricciones a la exportación de maíz”, dijo la experta.
En su opinión, existe la preocupación de que el tema del maíz pueda escalar a otra disputa comercial, por lo que el país debe avanzar en la resolución de los irritantes comerciales, lo cual permitiría a México centrar su atención en aprovechar el contexto actual, en el cual se posiciona como primer socio comercial de Estados Unidos y puede atraer mayor inversión y desarrollar proveeduría de nuevos insumos.
Por su parte, Gustavo Uruchurtu, panelista del T-MEC y ex negociador del TLCAN, destacó que tras la primera reunión oficial era de esperarse que las consultas continúen, sin embargo será importante ver qué sucede después de las elecciones en Estados Unidos, ya que además del tema energético se asoma una posible consulta en el tema del maíz.
“Es importante no perder de vista los acuerdos con Kerry el fin de semana. Están apresurando la resolución del tema de energía y también hacen mención a la posible solicitud de consultas sobre el maíz transgénico”, señaló.
Desde su punto de vista, no cree que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá se vayan a esperar mucho y un punto importante serán las elecciones de noviembre, ya que si no se ve algo de avance con México, se van a ir al panel.