México formalizó el martes el traspaso de otros tres aeropuertos a manos de los militares, en línea con la estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de entregar más poder a las fuerzas armadas en las principales infraestructuras aeroportuarias del país.
Los tres aeropuertos entregados son el de Puebla, al este de capital mexicana, el de Palenque, en el sureño estado de Chiapas, y el de Uruapan, en Michoacán, en el occidente del país.
Según los decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación, una compañía de la Secretaría de la Defensa llamada GAFSACOMM será la encargada de “administrar, operar, explorar y, en su caso, construir” los tres aeródromos.
La expansión del poder militar en el control de los aeropuertos tiene como objetivo, según el presidente López Obrador, lograr una mejor administración con menos corrupción y más seguridad pero cada vez son más las voces que critican esta expansión en áreas que deberían estar en manos civiles.
La empresa que recibió los últimos tres, suma ahora 11 aeropuertos bajo su control, según se describe en su página web. En el país, hay más de 70.
Dos de ellos están en la frontera con Estados Unidos (Nogales y Nuevo Laredo), dos en el Golfo de México (Ciudad Victoria y Tamuín), uno en el istmo de Tehuantepec (el de Ixtepec) y tres de la península de Yucatán (en Campeche, Chetumal y Tulum).
Este último está previsto que sea inaugurado el viernes por el presidente López Obrador.
Todo este traspaso de poder forma parte del plan del mandatario de dejar en manos de militares una veintena de aeropuertos antes de acabar su mandato en 2024 y es el ejemplo más reciente del creciente poder civil y económico que están asumiendo las Fuerzas Armadas en México.
Los dos aeropuertos de Ciudad de México ya están en sus manos.
El Ejército construyó y administra el nuevo, el Felipe Ángeles, al norte de la capital, que comenzó a operar en marzo de 2022.
Y la marina asumió formalmente el viejo, el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, a mediados de este año.
El director de este último, el principal del país, el vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño, dijo entonces en una entrevista con AP que la Marina preparaba ya la constitución de una nueva empresa que asumiría el control de otros seis aeropuertos “deficitarios” y “en manos de la delincuencia organizada”. Mencionó el de Matamoros, en la frontera noreste, el de Ciudad del Carmen, en el Golfo, o varios en el Pacífico, como el de Loreto, Guaymas, Ciudad Obregón y Colima.
También está en los planes de la Secretaría de Marina controlar el de Toluca, al oeste de la capital.
Desde que López Obrador llegó al poder en diciembre de 2018, las fuerzas armadas han ido sumando tareas y ahora no solo se encargan de la seguridad, de los aeropuertos, las aduanas, la construcción de grandes infraestructuras o el control de la migración sino que también cuidan de viveros, hacen gestión turística y hasta tienen previsto levantar hoteles y encargarse del reparto de medicinas.