Prácticamente 6 de cada diez alumnos de cuarto y quinto de primaria (58.8% y 57.3%) obtuvieron menos de 40% de aciertos en el área de Lectura, y casi 8 de cada diez (76.4%) de quinto de primaria no alcanzaron más de 40% de aciertos en Matemáticas en las evaluaciones diagnósticas del año pasado, lo que los coloca en un nivel de alta prioridad de atención.
De acuerdo con los Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México, 2023, difundidos ayer por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), los estudiantes de dichos grados se caracterizan por haber cursado tercero y cuarto de primaria en pandemia, lo cual refleja la necesidad de reforzar los aprendizajes del segundo ciclo de primaria en las aulas, equivalente a la Fase 4 del nuevo plan de estudios 2022.
Las evaluaciones diagnósticas aplicadas en 2023 a estudiantes de segundo de primaria hasta tercero de secundaria muestran que en la asignatura de Formación Cívica y Ética, cuarto de primaria y segundo de secundaria tuvieron la mayor proporción de estudiantes ubicados en el nivel de prioridad alta con 49% y 48% respectivamente.
En su informe, la Mejoredu recordó que los estudiantes en nivel de prioridad de atención alta son quienes más requieren estrategias de intervención para fortalecer aquellos aprendizajes curriculares que, además de considerarse los más relevantes en el Sistema Educativo Nacional, resultaron ser de mayor dificultad para el alumnado.
Entre los hallazgos del informe destaca que si bien la emergencia sanitaria por covid-19 dejó de ser un problema de salud pública, al inicio del ciclo escolar 2022-2023, el sistema educativo no había logrado recuperar las tasas de cobertura en los tipos y niveles educativos más afectados por la contingencia: educación preescolar y media superior.
En educación preescolar, la tasa de cobertura neta pasó de 69.8% en el ciclo escolar 2019-2020 a 62.1% en el 2021-2022, lo que equivale a una reducción de 7.7 puntos entre estos dos ciclos y para el ciclo 2022-2023 fue de 62 por ciento.
Reconoció que se desconoce con precisión la magnitud de las pérdidas y las ganancias de los aprendizajes durante la pandemia.