Ya lo dijo Adam Sandler, Taylor Swift nos pone nerviosos a todos y es que, con la fama y éxito que ha adquirido, es difícil que haya un día en el que el nombre de la estrella no figure entre los trends del momento, si no es por un nuevo lanzamiento, es por una nueva foto de su romance junto a su novio, el jugador Travis Kelce, o, si no, se trata de una nueva donación que ha hecho. Lo cierto es que con ella, todo es noticia y todo es negocio, y entre más pasa el tiempo el efecto Swift pareciera que se hace más fuerte, probando que su poderío ya no está sólo en la música, sino en la relevancia que ha adquirido en cualquier ámbito, desde el entretenimiento hasta el social, haciendo que miles de padres vean reflejado el auge del fenómeno en sus hijos, lo que pasó no sólo entre ciudadanos promedio, sino en otras estrellas.
“Taylor Swift (es esa figura que me impone) por lo que significa para mis hijas, me genera mucha ansiedad porque no quiero arruinarlo por ellas, entonces trato de actuar normal (cuando la ha llegado a ver), de no alzar mucho la voz y actuó lo más cool que pueda”, mencionó Sandler durante su participación el el podcast Conan O’Brien Needs a Friend, donde, como muchos otros, comparó el éxito de la estadunidense al de The Beatles.
“Ha logrado tanto que no hay una sola palabra (de su música) que mis hijas no se sepan y recuerdo (lo mismo) con The Beatles que uno se sabía cada canción del disco y ahora eso pasa con Taylor, no hay una sola canción que te saltes y todas son geniales”, puntualizó.
“Muy pocas personas han logrado ese nivel de fama”, agregó O’Brien.
Taylor se ha convertido en el ejemplo a seguir, pareciera que esta chica originaria de Pennsylvania además de caer en el estereotipo de la chica popular estadunidense (sweetheart), —y más ahora que anda de novia con Travis Kelce—, es una de las figuras más influyentes en todo el mundo.
No es ninguna casualidad que sus 10 discos de estudio —de los cuales tuvo que volver a grabar los primeros seis para recuperar sus derechos después de que quien fuera su mánager, Scooter Braun, se quedara con los másters— hayan vendido más de 200 millones de copias alrededor del mundo y que tras esta acción Taylor haya decidido hacer una gira mundial para repasar su historia musical, con la cual obtuvo más de cuatro mil millones de dólares. Y eso fue algo que la revista Time notó y expuso.
La prestigiosa publicación estadunidense hizo una elección inusual como Persona del Año. “Cada año contiene luz y oscuridad, y 2023 tuvo importantes matices de oscuridad. En un mundo dividido, Taylor encontró una manera de trascender fronteras y ser una fuente de luz.
“Ninguna otra persona en el planeta puede mover a tanta gente tan bien. El logro de esta hazaña a menudo se atribuye a una alineación de los planetas, pero eso ignoraría su habilidad y su poder. Swift es una de las pocas personas que es a la vez escritora y heroína de su propia historia”, escribió Sam Jacobs, editor en jefe de Time.
En este sentido, la publicación colocó a Taylor a la altura de personajes como Elon Musk, el papa Francisco, Barack Obama, Volodímir Zelensky, Greta Thunberg, Angela Merkel, Joseph Stalin, Hitler, Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy, Charles Lindbergh y Mahatma Gandhi, entre muchos otros, y la convirtió en la primera mujer y personalidad del entretenimiento que recibía este reconocimiento.
“Fue muy impresionante cuando la nombró la revista como Persona del Año, no se ve a la gente de la industria entretenimiento en este reconocimiento, hay varios como Artista del Año que otorga la revista desde hace poco, pero como Persona del Año es la única, y es mujer”, Julia Palacios, historiadora y experta en música, a Excélsior.
El boom que le ha dado este nuevo despunte a su carrera, posicionándola como una de las artistas más exitosas del siglo, inició gracias a su gira The Eras Tour, la cual, por cierto, luego de triunfar también en taquilla con su estreno en cines, ahora llegará a Disney+ a partir de este 14 de marzo, una producción que bajo la leyenda Taylor’s Version, contará también con su nuevo hit Cardigan y cuatro canciones acústicas adicionales.
La gira, como ya mencionamos se ha convertido en un derroche de dinero interminable para Swift, un show imperdible para cualquier swiftie al conjuntar cada uno de los discos de la 14 veces ganadora al Grammy y el proyecto era tan ambicioso que no hubo quien quisiera perdérselo, lo que atrajo incluso a figuras de la industria entre Channing Tatum, Emma Stone, Emma Watson, Blake Lively, Millie Bobby Brown, Billy Joel, Alicia Keys, Paul Stanley (KISS) y muchos otros, quienes cayeron rendidos ante la experiencia.
La joven Taylor Swift
Su música, sus videos, sus letras —y la manera en la que las crea—, sus premios, sus apariciones, sus giras y ella misma se han convertido en uno de los negocios más rentables del planeta, y podría ser consecuencia de varias cosas, pero principalmente de dos: a muy temprana edad supo hacia dónde quería ir y tenía el talento para hacerlo y, por el otro lado, su ética de trabajo.
“Es un fenómeno muy interesante porque desde que empezó Taylor Swift, hace años que estaba de 16, 17 años, ya se vislumbraba que tenía una visión muy clara de a dónde quería ir, de sus cualidades explotables, más allá de su talento, además de que tenía muy claro el manejo de su imagen, de lo que decía en sus canciones, de cómo comportarse en los conciertos.
“No dudo que detrás de ella haya todo un equipo, pero desde muy chiquita tenía claro por dónde iba a moverse, a comportarse, a presentarse… iba derechito al éxito. Empezó a ser una gran vendedora de sus discos con unas antenas muy claras para detectar esta sensibilidad que sigue explotando hasta ahora con canciones muy emocionales”, señaló Julia Palacios.
¿Realeza del pop? / “Gran estratega”
Con su gira del año pasado —aún en curso—, Taylor dejó a la vista el fenómeno en el que se había convertido en lo que se refiere a la industria de la música, al punto que su éxito ha sido comparado, analizado y contrapuesto con algunos personajes de la realeza del pop como Madonna, Michael Jackson o The Beatles.
Harvey Young, decano del colegio de artes de la Universidad de Boston señala que Swift es definitivamente parte de este selecto grupo de artistas que viven en el Olimpo de la música.
“Ella es sin duda el equivalente de The Beatles o, al menos, de Paul McCartney en el apogeo de su fama como Beatles. La gente olvida que ella ha estado lanzando música durante 17 años, lo que significa que, como ella, un ejército de exadolescentes ahora se dirige hacia la mediana edad.
“Su música fue literalmente la banda sonora de los años más formativos de una generación, similar a Madonna o Michael Jackson para la gente de 50 años”, dijo el docente.
Si bien a diferencia del cuarteto de Liverpool, Madonna y Jackson, Taylor tiene una gran ventaja en su explosión: las redes sociales, sin ellas posiblemente la manera en la que su música se esparce sería más lenta, como les tocó a los mencionados que se aferraron a la radio y la televisión, pero ella ha sabido aprovechar la tecnología de su tiempo.
Para el productor musical Arturo López Gavito tiene que ver más con su inteligencia, su olfato de estratega y empresaria y el cómo, acompañada de un equipo de expertos, la estrella ha sabido usar todas las cartas completamente a su favor.
Sin embargo, en cuanto al fenómeno musical, no la considera por encima de la Reina del pop, Madonna, y la Princesa del pop, Britney Spears.
“Hubo un antecedente que se llama Britney Spears, y antes de ella hubo otro llamado Madonna, la generación que hoy está consumiendo a Taylor Swift son las nietas de las mujeres que en un momento dado consumieron a Madonna y ellas vieron un fenómeno muy parecido al que vemos hoy con Taylor Swift. Madonna se inició con la generación MTV, con los videos, con Live AID y lo hizo a través, en muchos sentidos, del escándalo, capitalizó la sexualidad, la irreverencia y abrió paso a Britney Spears y Britney a Taylor, entonces, la verdad lo de Taylor a mí no me sorprende porque es algo que he visto repetidamente.
“Y en el caso de Taylor me parece mucho mayor su poder mediático y de marketing que su música per se y es lo mismo que pasa con Dua Lipa. Ahora, ¿cuál es la diferencia? Que ella es una mujer compositora, entretenedora nata, porque hoy en la época en la que vivimos no es suficiente hacer música, no es suficiente pararte en un escenario y hacer un gran show, sino que tienes que tener un discurso digital muy fuerte y estoy consciente que ella ha sabido capitalizar eso, pero no podemos olvidar que antes de ella estuvo el fenómeno también del K-pop, que junto con ella han sido fenómenos mediáticos de estas generaciones digitales.
“Entonces, si tú me preguntas, ¿yo estaría obligado a conocer una canción de Taylor Swift? No ¿Me gusta la música de Taylor Swift? No la consumo. ¿Hace alguna diferencia en mi vida? No, pero ¿respeto lo que hace? Sí, porque me parece que ha sido una mujer que ha logrado trascender, pero no creo que sea mejor que Madonna en ningún sentido, simplemente tiene un equipo muy grande de personas que están trabajando todo el día para saberla colocar en el lugar en el que está, porque eso no se hace solo”, puntualizó el también mercadólogo.
“Se habla de que vivimos en tiempos donde hay una presencia femenina como nunca había habido”, explica por su parte Julia Palacios. “Si vemos los últimos premios Grammy, Taylor rompió un récord, y se nota la predominancia de la mujer. Antes era la música del rock, que es a lo que yo me he dedicado tantos años, un género básicamente masculino, en los inicios, pues eran básicamente artistas hombres, Elvis Presley y todos ellos. Todas las disqueras querían tener su propio Elvis Presley, ¿y dónde estaban las mujeres? Comprando la música de los hombres, eran contadas las mujeres que cantaban y componían.
“50 años después tenemos a las mujeres comprando la música de las mujeres, consumiendo la música de las mujeres, emulando a las mujeres, entonces eso nos da un giro también en temas de género muy interesante. Se rebeló contra la disquera que le estaban quitando sus derechos y volvió a grabar sus propias canciones. Es muy astuta, inteligente y valiente porque en el mundo de la industria discográfica, que es muy cruel y abusivo, ella ha hecho lo que otros no y está marcando una diferencia”, explicó Palacios.
Girl Power
En 2014 Taylor anunció al mundo que era feminista, manifestándose en favor de las mujeres y exponiendo los abusos y ventajas por parte de los hombres en la industria de la música. Sin embargo, en este camino del feminismo hay voces que han señalado que si bien la cantante lo es, no lo es de una forma incluyente.
Bizzi Lavelle, especialista en sociología y periodista para medios como The Guardian, Vice Australia e Indigenous X, entre otros, explicó en uno de sus artículos que Swift representa el feminismo para un sector de población que es parecido a ella.
“Estuvo perpetuamente flanqueada por su girl squad en cada evento al que asistía. La mayoría de las veces, las mujeres que aparecían en público eran muy similares a Taylor: blancas, delgadas, cisgénero, sanas y convencionalmente atractivas. Como mujer negra que no es convencionalmente atractiva ni delgada, me molestó verla rodeada de un grupo de mujeres blancas, todas ellas iguales.
“Pero parecía inútil esperar algo mejor de Swift, quien a menudo comentaba abiertamente que aprendió sobre el feminismo de Lena Dunham, quien es polarizadora, con algunas de las peores tomas de la historia, y famosamente alienó a las mujeres de color con su éxito del programa de HBO, Girls.
Alta, rubia, blanca, adinerada y convirtiéndose en el prototipo de la chica americana, además de exitosa, es como Taylor es percibida por la mayoría de su público, sin embargo, su público no sólo se limita a este mismo estereotipo.
“Habla desde una emoción de mujer y de una libertad entre comillas, pero quieren seguir teniendo algunos privilegios que le otorga el mundo patriarcal. Es sin duda una gran influencia para muchas niñas, pero no para niñas de minorías como las latinas, a pesar de que aunque la sigan.
“A mí lo que me interesa es los millones que la siguen en Estados Unidos, pero los millones que la siguen en otros lugares del mundo. ¿Por qué las chicas mexicanas quieren ser swifties? “, señala Palacios.
Por su parte, Lavelle explica en el mismo artículo de Refenery29 Australia que incluso ella misma admira la música de Swift, sin embargo, no es una gran fan de sus acciones en lo que se refiere al feminismo.
“Bromeo con mis amigos diciendo que tenemos una amistad tensa, haciendo referencia a la forma en que amo su música, pero no a algunas de sus acciones. Para ser honesta, su inclusión en la portada de la edición Persona del Año de Time en 2017 me hizo sentir incómoda. El número estaba dedicado a The Silence Breakers, un colectivo formado principalmente por mujeres que se habían pronunciado contra los hombres que las habían agredido.
“Según esta definición, Swift (que demandó con éxito a un hombre por agresión en 2017) sí pertenecía a la portada; sin embargo, el movimiento #MeToo lo inició una mujer negra llamada Tarana Burke, y sentí que había otras mujeres que habían dedicado su vida para esta obra que pertenecía en su lugar. Mujeres que lucharon fuerte y orgullosamente todos los días, no sólo cuando les impactó personalmente”, puntualiza.
“Mi confort artist”
Una parte importante del fenómeno en el que se ha convertido Swift es también que sus canciones no sólo le llegan a un sector de la población de determinado rango de edad. El hecho de que Taylor haya lanzado su primer disco de estudio a los 16 años la hizo atrapar a una generación que, después de casi 10 años, ha crecido con ella. Y a esto se han sumado nuevas generaciones.
“No estamos hablando de hace poco tiempo, sino que de alguna manera sus fans han ido creciendo con ella. De hecho, The Eras Tour se refiere a las distintas etapas que ha tenido Taylor Swift y cómo cada una ha enganchado, pero sobre todo, esto que te digo que me parece fundamental que la gente ha ido creciendo con ella y se han ido metiendo nuevas generaciones”, dijo Palacios.
Es con su capacidad de composición y las armonías que maneja el “secreto” en el que crea lazos y cierto tipo de identidad con las personas que la escuchan y la siguen en cada paso de su carrera.
“Tiene un oído fantástico para entender cómo encajan las palabras y una manera de contar historias y crear personajes. Es completamente identificable con sus canciones: comenzó escribiendo canciones sobre niños y la escuela secundaria, pero ganaron glamour al reflejar su vida personal”, dijo Stephanie Burt, profesora de inglés en Harvard, a The Week.
Lo que no podemos negar es que haya sido como haya sido, la intérprete de 34 años se ha convertido prácticamente en una deidad para swifties de todo el mundo, para quienes su música, letras y figura, se han tornado prácticamente en una religión.
“Taylor Swift es mi confort artist, mi lugar seguro, me puedo identificar con muchas de sus canciones, de hecho, su música me ha acompañado a lo largo de diferentes etapas de mi vida y lo que me encanta de sus letras es que tocan temas desde un enamoramiento hasta críticas políticas y sociales”, destacó Sabina López, ingeniera en Desarrollo Sustentable, quien ha sido swiftie desde hace 12 años.
“Y me da muchísimo gusto el éxito que está teniendo en este momento porque pude ver toda la trayectoria que ha tenido, los problemas y el odio que ha enfrentado, y en este momento creo que todo su esfuerzo ha rendido frutos”, celebró.
Es verdad que llegar a la cima no ha sido fácil para Swift, quien en múltiples ocasiones se ha enfrentado a retos que han puesto en jaque su carrera y la han hecho dudar de sí misma. Le pasó desde sus inicios, cuando nadie entendía su extraña propuesta de querer triunfar en el country, un estilo para una audiencia más adulta y luego combinarla con su otra pasión: el pop.
Le pasó con el escándalo que le generó Kanye West cuando interrumpió su discurso de agradecimiento para señalar que estaba inconforme con que fuera galardonada por encima de Beyoncé; le pasó cuando era objeto de burla por tener mala suerte en el amor, pasando de un noviazgo a otro, criticada por figuras de renombre como la fallecida Joan Rivers y, finalmente, le pasó en el evento más oscuro de su carrera, cuando sus composiciones le fueron arrebatadas por su exproductor Scooter Braun, pero fue precisamente ahí donde probó de qué estaba hecha y supo arremeter cada golpe a su favor, lo que la llevó a crear un estilo propio en el que precisamente esa mezcla entre country, pop, alternativo, rock y folk la ha hecho destacarse del resto de las propuestas, se ha llevado ese mismo galardón que le fue arrebatado por West en múltiples ocasiones.
Y junto a su novio Travis se han convertido en una de las parejas más mediáticas del año, al acompañarlo en su victoria al Super Bowl.