La IA está transformando el mundo de los videojuegos, abriendo nuevas posibilidades para la creación de experiencias más inmersivas y atractivas.

La inteligencia artificial (IA) en el sector de los videojuegos abre nuevos caminos y oportunidades, pero genera también preocupación, con desafíos vinculados a la propiedad intelectual, así lo manifestó Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo.

El potencial revolucionario de la inteligencia artificial (IA) acaparó toda la atención en el inicio del Salón Mundial del Móvil (MWC) a finales de junio en China, donde se presentaron desde teléfonos capaces de detectar llamadas fraudulentas hasta vehículos autónomos inteligentes.

Ante este escenario, accionistas de Nintendo plantearon a Shuntaro Furukawa que cada vez se hacen más esfuerzos para equipar los teléfonos inteligentes con IA y que esta será cada vez más prominente en la vida cotidiana, por lo que lo cuestionaron sobre las iniciativas de la empresa que utilizan IA.

Shuntaro Furukawa explicó que en la industria de los videojuegos se han utilizado durante mucho tiempo tecnologías similares a la IA (por ejemplo, para controlar los movimientos de los personajes oponentes), por lo que el desarrollo de juegos y la tecnología de IA siempre han tenido una relación estrecha.

El presidente de Nintendo consideró que la IA generativa ha tomado relevancia recientemente y se puede usar de manera creativa; sin embargo, también puede plantear problemas con los derechos de propiedad intelectual.

“Tenemos décadas de experiencia en la creación de las mejores experiencias de juego para nuestros jugadores. Si bien estamos abiertos a utilizar los desarrollos tecnológicos, trabajaremos para continuar brindando valor que es exclusivo de Nintendo y que no puede crearse únicamente con la tecnología”.

La IA estuvo en el centro de los debates en el salón del videojuego Gamescon de finales de 2023. Los sistemas de IA permiten crear robots conversacionales con gran capacidad de respuesta, generar imágenes, códigos o guiones de manera automática.

“La IA es realmente un punto de inflexión”, asegura en la feria Julien Millet, ingeniero especializado en IA y fundador del estudio United Bits Game.

La nueva tecnología también es capaz de producir instantáneamente ilustraciones a partir de un texto, lo que, según Millet, permite a los creadores “transmitir” mejor “su visión”.

Pero la IA también podría amenazar el trabajo de los artistas conceptuales, que visualizan el videojuego antes de crearlo digitalmente. “Me preocupan esos puestos de trabajo”, concede Millet.

Muchos jugadores acuden disfrazados y se agolpan en los distintos puestos para probar posibles nuevos éxitos, que este año incluyen algunos protagonizados por la inteligencia artificial.

Club Koala por ejemplo, del estudio singapurense Play for Fun, ofrece a los jugadores “crear su propio mundo de ensueño, una isla paradisíaca (…) con personajes únicos”, usando la IA.

La “IA se volvió parte integrante de la vida diaria” y tiene un “enorme potencial para llevar la industria de los videojuegos a otro nivel”, aseguró el director general de la empresa, Fang Han, en un comunicado.

Ivy Juice Games, con sede en Berlín, es otro de los estudios que ya usan la IA en su proceso de creación.

“Lo usamos para “generar líneas de texto (…), para introducir más narración en el juego”, explica Linus Gaertig a la AFP durante el evento.

El estudio también usa esa tecnología para “generar códigos”, añade.

La IA “hace que el juego sea más imprevisible y, por tanto, parezca más real”, afirma Sarah Brin, de Kythera AI, que utiliza esta tecnología para crear los movimientos de los personajes.

El fabricante de chips estadounidense Nvidia presentó ACE, un software dirigido a los desarrolladores para crear “personajes inteligentes en los juegos” utilizando IA.

En su video promocional, un jugador que habla por un micrófono mantiene una conversación con un cocinero virtual de fideos ramen en un bar de ciencia ficción.

¿Cómo está el chef? “No muy bien”, es la respuesta, remitiendo a preocupaciones relacionadas con el aumento de la delincuencia en la zona.

El uso de la IA para crear mundos virtuales podría chocar sin embargo con el derecho de propiedad intelectual sobre las imágenes originales utilizadas para producirlos.

“Si eres un gran editor y usas IA generativa y resulta que viola ciertos derechos de autor, eres vulnerable”, señala Sarah Brin, de Kythera AI.

A diferencia de muchos de sus competidores, la empresa decidió no entrenar su IA con bases de datos abiertos.

En Estados Unidos, ya se presentó una demanda colectiva de artistas contra Midjourney, Stable diffusion y DreamUp, tres modelos de IA creados a partir de imágenes extraídas de Internet.

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