Antes de ser detenido tras aprobarse una moción de vacancia en su contra, Pedro Castillo solicitó asilo político a México, según lo confirmó este jueves Andrés Manuel López Obrador. Horas más tarde el canciller Marcelo Ebrard informó que el ahora expresidente de Perú había ratificado su solicitud de asilo en la Embajada de México en Lima e iniciarían con “las consultas ante las autoridades peruanas”.
La solicitud de Castillo recuerda a otras ocasiones en que diferentes personajes (y de ideologías distintas) han recibido asilo político de México, un país con una histórica tradición de ofrecer este recurso del derecho internacional.
En los años más recientes podemos encontrar a líderes latinoamericanos controvertidos como Evo Morales pero también a otros de épocas pasadas como Fidel Castro. Sin olvidar el que quizás sea el caso más conocido, el de León Trotsky, o el de los exiliados republicanos españoles, incluido el cineasta Luis Buñuel.
Estos son algunos reconocidos personajes exiliados y asilados en México:
Evo Morales
Después de casi un mes de protestas en las calles y tras 13 años, 9 meses y 18 días en el poder, el hasta entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció a su cargo y salió de su país la noche del 11 de noviembre de 2019 en un avión de Fuerza Aérea Mexicana rumbo a México.
Morales aterrizó en la Ciudad de México donde solo estuvo por un mes para después irse rumbo a Argentina, a donde llegó dos días después de que el nuevo presidente Alberto Fernández, se posesionara en el cargo.
Después de casi un mes de protestas en las calles y tras 13 años, 9 meses y 18 días en el poder, el hasta entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció a su cargo y salió de su país la noche del 11 de noviembre de 2019 en un avión de Fuerza Aérea Mexicana rumbo a México.
Morales aterrizó en la Ciudad de México donde solo estuvo por un mes para después irse rumbo a Argentina, a donde llegó dos días después de que el nuevo presidente Alberto Fernández, se posesionara en el cargo.
El líder de la Revolución cubana estuvo en México exiliado en 1955 junto con su hermano Raúl. Primero llegó Raúl y luego Fidel, después de haber sido encarcelado tras el asalto al Cuartel Moncada, el símbolo militar del régimen de Fulgencio Batista.
Durante su estancia en México Fidel conoció al Che Guevara. Ambos fueron arrestados por la policía, a la que no le habrían ocultado sus propósitos de preparar una guerrilla que más adelante derrocaría a Batista, según recuerda la UNAM en este obituario del líder revolucionario.
Un año después, en 1956, los hermanos partieron a Cuba para iniciar la revolución desde la costa de Veracruz a bordo del Granma.
León Trotsky
El de León Trotsky es uno de los casos más conocidos de asilo político en México. En 1937 el presidente Lázaro Cárdenas recibió al líder ideológico de la revolución rusa y a su esposa, Natalia, como asilados políticos, tras huir exiliados de la Unión Soviética de Stalin.
Trotsky llegó a México gracias a las gestiones del pintor Diego Rivera, quien lo recibió junto a Frida Kahlo en la famosa Casa Azul en el barrio de Coyoacán, en la Ciudad de México. Trotsky vivió durante dos años en la casa de los famosos artistas.
La estancia de Trotsky en México tiene un final trágico: después de sufrir dos atentados en su nueva casa, también ubicada en Coyoacán, el revolucionario finalmente fue asesinado en 1940 por Ramón Mercader en su despacho.
Sha de Irán
En 1979 llegó a México otro controvertido personaje: Mohamed Reza Pahlevi, el sha de Irán, quien tuvo que exiliarse de su país tras el triunfo de la Revolución Islámica.
El Gobierno de México le otorgó una visa de turista por seis meses pero mientras estaba en Estados Unidos, a donde viajó para un tratamiento médico, el secretario de Relaciones Exteriores ese entonces, Jorge Castañeda, dijo que no permitiría su regreso al país. El canciller expuso que las razones tenían que ver con que la llegada del sha sería contraria a los “intereses vitales” de México.
José Martí
El político, poeta y periodista cubano llegó al puerto de Veracruz en 1875, para después instalarse en la Ciudad de México. Martí estuvo dos años en la capital mexicana mientras Cuba luchaba por su independencia.
Rigoberta Menchú
Rigoberta Menchú llegó a México en 1981 escapando de la Guerra Civil en Guatemala. La activista y defensora de los derechos humanos de los pueblos indígenas guatemaltecos recibió asilo en el país después de que su madre y su hermano mayor fueron torturados y asesinados por los militares.
“Desde este país [México] se dedicó a denunciar a nivel internacional la grave situación de los indios guatemaltecos. Aunque Rigoberta sufrió la persecución política y posteriormente su exilio, no detuvo su lucha; al contrario, siguió con ella y contribuyó a la elaboración de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas en la ONU”, recuerda la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México.
Menchú ganó el Nobel de la Paz en 1992.
Luis Buñuel
Entre los años 1939 y 1942, durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, México dio asilo a entre 20.000 y 25.000 españoles que salieron de su país a raíz de los conflictos por la Guerra Civil y la dictadura de Francisco Franco.
Entre ellos estaba el director de cine Luis Buñuel, quien filmó varias películas en el país, incluida Los Olvidados. Esta película, que retrata la pobreza y el crimen juvenil en los suburbios de la Ciudad de México, causó revuelo cuando se estrenó en el país en 1950 y tuvo que ser retirada de los cines, tal como recuerda José Luis Cuevas en este programa transmitido por IMER, una estación de radio pública mexicana. Tras recibir el premio a mejor director en Cannes un año después, la película es reestrenada en México y permanece más de dos meses en cartelera.
Buñuel tenía la condición de doble exiliado al tener prohibido el regreso a España hasta 1970 y ser persona non grata en Estados Unidos. El cineasta se nacionalizó como mexicano, condición que ostentó hasta su muerte en 1983.
Remedios Varo
El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la expansión del nazismo en Europa trajeron a la pintora Remedios Varo a refugiarse a México en 1941.
La española desarrolló sus principales obras en México y América Latina, donde participó en diversas exposiciones en galerías de arte e instituciones, según recuerda el blog del Archivo General de la Nación.
La pintora surrealista siempre conservó su nacionalidad española y si bien tuvo contacto con artistas mexicanos como Diego Rivera, quien aparece en su ficha migratoria como referencia, estableció mejores nexos con otros intelectuales en la misma condición de exilio, en particular la con la también pintora inglesa Leonora Carrington.