Las rentas vacacionales se ubican en Cancún, Alfredo V. Bonfil y Playa del Carmen.
Unidades de rentas vacacionales de Airbnb se están ofertando en al menos 28 regiones consideradas “zonas de riesgo” por sus altos índices delictivos relacionados con la delincuencia organizada.
Emir Gutiérrez Pantoja, consultor designado para el Caribe Mexicano de “Travel Gud-Mex”, explicó que tras realizar un trabajo de geolocalización encontraron más de 6 mil unidades Airbnb en zonas como Villas Otoch y Villas del Mar, así como las regiones 202 y 205, de Cancún; la colonia Doctores, de Alfredo V. Bonfil; así como en In House, Colosio y Villas del Sol, de Playa del Carmen.
“Lo que tienen en común estos lugares son la gran cantidad de delitos que se cometen en ellos: casi a diario reportan ejecuciones, narcomenudeo, secuestros y asaltos con violencia, y son los mismos lugares a donde llegan incluso familias de turistas”, mencionó.
Puntualizó que esto se debe a que la plataforma no verifica el lugar donde el anfitrión ofrece su vivienda, además de que si bien se ha intentado eliminar el fraude respecto a las imágenes que se ofrece en la página, aún es muy fácil engañar a los usuarios con imágenes del interior de la vivienda y la “parte agradable” de la colonia, pero sin mencionar el peligro que representa hospedarse allí.
“Y por eso han incrementado el número de quejas por parte de visitantes, quienes aseguran que incluso han sido víctima de delitos durante su estancia”.
El diputado Julián Ricalde Magaña, presidente de la Comisión Legislativa de Turismo, mencionó que por esta razón analizan una iniciativa de ley que pretende regular a este tipo de hospedaje.
“Lo que tenemos planeado es designar espacios, basados en los mapas delictivos de las corporaciones de Seguridad Ciudadana, los cuales tendrán prohibido ofrecer alojamientos tipo Airbnb. No se les van a otorgar permisos para operar y tampoco podrán registrarse en el padrón estatal”, dijo el legislador.
Citó que estas restricciones son para garantizar la seguridad de los turistas que llegan a Quintana Roo, además de evitar situaciones que puedan dañar la imagen del destino.