🔸 Los artesanos tienen sus complicaciones al hacerse sus artesanias, ya que por lo fino de la hoja del pino y los hilos se pueden cortar las manos, pero mencionan que vale la pena ya que guardan ese aroma a bosque.
#MORELIA | Las artesanías de ocochal o huinumo que se realizan en el Oriente de Michoacán y en el Estado de México, tienen sus complicaciones al hacerse, ya que por lo fino de la hoja del pino y los hilos se pueden cortar las manos los artesanos, pero mencionan que vale la pena ya que guardan ese aroma a bosque.
La artesana Rosa Dorantes, originaria de la comunidad de Donaciano Ojeda, municipio de Zitácuaro, enseña lo que se hace en esa región, donde destacan unos fruteros con este característico color café de la hoja de pino seca, cosidos con hilos de colores. También tiene portalápices, cestos para tortillas y otros productos artesanales.
La mujer acompañada de uno de sus hijos, cuenta mientras trabajan que cuando empezaron a hacer esta actividad artesanal que hoy realizan, se cortaban las manos al jalar el hilo con el cual cosen las artesanías.
“Lo vamos a juntar al monte y lo manojeamos así”, mostraba la artesana, tomando un puño de hojas de pino, y continúa: “luego lo lavamos, secamos el tazarazo, así”, expresaba y agitaba el ramo.
Recolectan revuelta esta hoja de pino conocida como huinumo, y les toca irla separando, y además “los despatamos, les quitamos la cabecita”, expresa. “Cuando corre aire los juntamos así frescos y los sequecitos, sí”, explica.
“Después los lavamos bien con agua, cloro y jabón y los tallamos con un cepillo”, continúa la mujer artesana. Una vez que se seca, dice, lo guardan para seguir trabajando.
“Ya no trabajo recio”, reconocio la artesana, quien dice que un trabajo complicado le puede llevar unos dos días quizá un poco más, y se refiere a esos fruteros que llevan hilos de color, “pero mi hijo todavía está joven y sí puede más”, asegura.
“Nosotros le decimos ocochal, artesanía de ocochal, allá en mi pueblo lo entendemos como artesanía de ocochal, pero ya aquí le dicen huihumo”, dice un poco divertida, y muestra los manojos ya listos para trabajar, y asegura que con cinco de esos se hace un buen frutero.
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