Aplicación masiva en un mes

Las autoridades rusas afirmaron que ya habían producido su primer lote de la vacuna contra el coronavirus, anunciada a principios de la semana pasada por el presidente Vladimir Putin y que el resto del mundo recibió con escepticismo.

“Se ha producido el primer lote de la nueva vacuna contra el coronavirus en el Centro de Investigación Gamaleya”, indicó el Ministerio de Salud ruso en un comunicado, citado por las agencias de prensa rusas.

El presidente Putin declaró el martes que una primera vacuna “bastante eficaz” fue registrada en Rusia por el Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Nikolai Gamaleya, en Moscú, en asociación con el ministerio ruso de Defensa.

Putin había incluso afirmado que una de sus hijas había sido vacunada con la Sputnik V, nombre elegido para el fármaco, que hace referencia al satélite soviético puesto en órbita en 1957 en plena Guerra Fría.

Investigadores occidentales en cambio se mostraron escépticos. Algunos sostienen que una vacuna desarrollada de manera precipitada puede ser peligrosa, pues la fase final de los ensayos (donde se comprueba su eficacia con miles de voluntarios) ha comenzado esta semana.

El director del Centro Gamaleya, Alexander Guinstbourg, afirmó que los voluntarios que participan en la última fase recibirían dos inyecciones.

El fondo soberano ruso implicado en el desarrollo de la vacuna indicó que la producción industrial comenzaría en septiembre y que 20 países extranjeros ya habían encargado con antelación más de mil millones de dosis.

Vacunación masiva en un mes

La vacunación masiva en Rusia comenzará dentro de un mes, afirmó el director del Centro de Microbiología y Epidemiología Gamaleya, que desarrolló la primera vacuna registrada en el país.

El científico declaró a la agencia oficial rusa RIA Novosti, que en los próximos siete o diez días comenzarán los estudios posteriores al registro del preparado por el Ministerio de Sanidad de Rusia, en los que serán vacunadas decenas de miles de personas.

“Por lo visto, el Departamento de Sanidad de Moscú planea incluir en estas decenas de miles de personas a los médicos que trabajan en la ‘zona roja’ (donde tratan a los pacientes graves con Covid-19). Y esto es completamente acertado”, añadió.

Guinstbourg señaló que los estudios tendrán una duración de entre cuatro y seis meses, pero que ello no será obstáculo para iniciar la vacunación masiva de la población, que como han declarado las autoridades del país tendrá carácter voluntario.

“La vacunación masiva comenzará con algún retraso debido a la que la mayor parte de las vacunas ya producidas se empleará en los estudios. Luego, el resto de destinará a los ciudadanos. El retraso puede ser de dos o tres semanas, quizás un mes”, explicó.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió con cautela la noticia de que Rusia había registrado la primera vacuna del mundo contra la Covid-19, señalando que ésta, como el resto, deberán seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo.

La vacuna rusa no figuraba entre las seis que, según señaló la OMS la semana pasada, estaban más avanzadas.

El director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, Francis Collins, llegó a comparar con una “ruleta rusa” la decisión de los desarrolladores de la vacuna en Rusia de saltarse lo que describió como “partes fundamentales” del proceso de aprobación.

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