Han transcurrido casi 11 meses del accidente que sufrió la futbolista Norali Armeta, el pasado 4 de junio del 2020, cuando una camioneta la impactó a bordo de su motocicleta mientras se transportaba en el municipio de Apodaca en el estado de Nuevo León, dejándole una grave lesión en la pierna derecha, la cual estuvo a punto de perder y aún no ha terminado de sanar.
Tuve fractura de tibia y peroné con una herida aproximada de 25 a 30 centímetros, estuve internada más o menos como mes y medio, debido a que mi herida se infectó, eran 10 focos de infección graves, los cuales me daban 20 por ciento de probabilidad de salvarme la pierna, gracias a Dios y a los doctores, después de 18 cirugías pudieron quitarme la infección y operarme el hueso”, declaró Armenta para Excélsior.
La exjugadora de Rayadas y del Atlas afirmó que fue complicado asimilar que su pierna estuvo en riesgo de ser amputada, pues lo que más deseaba en ese momento era poder regresar a jugar.
Fue muy difícil, al principio no me caía el veinte, estaba internada y no entraba en razón, casi al llegar el mes del accidente me derrumbé, lloraba casi a diario, aparte del dolor que sentía, me metían a quirófano cada dos días, yo sólo pensaba que en ese momento podría estar entrenando o jugando, me caí moralmente, pero gracias a Dios estuvieron mi familia y mi pareja conmigo”, expresó.
Aunado a esto, Norali comentó que “el 15 de julio (del 2020) me contagié de covid y me tuvieron que mandar a otra clínica, afortunadamente no me dio fuerte, sólo perdí el olfato y el gusto”.
No hubo apoyo de ningún club, solamente fue de manera moral, por medio de mensajes, las que sí se movieron con rifas para poder ayudarme, fueron las jugadoras de Rayadas, ellas son mis amigas. Me hubiera gustado que (los equipos) se acercaran a mí y me apoyaran con el tema de la rehabilitación, porque sabemos que los clubes realizan muy buena rehabilitación física, pero estoy saliendo adelante, muchas otras personas me han apoyado”, manifestó.
Respecto al proceso legal en contra de la persona que le provocó el accidente, Armenta afirmó que, a casi un año de este suceso, las autoridades aún no le han dado solución.
Actualmente seguimos en eso, desde el inicio metimos la demanda porque esta persona iba alcoholizada, no hubo buen trámite en la fiscalía, hubo trabas, se suponía que esta persona no iba a poder sacar su camioneta porque le tenían que hacer pruebas de alcohol, se encontraron cervezas dentro del automóvil, todavía estoy batallando con eso, necesito que se resuelva ya”, explicó.
Aunque hace dos semanas le dieron el diagnóstico de rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha, lo cual podría llevarle casi otro año de recuperación, la oriunda de Guasave, Sinaloa, no pierde la esperanza de regresar en un futuro a las canchas y retomar su carrera deportiva.
En mis venas corre el futbol, es el deporte que más me gusta, gracias a Dios tuve la oportunidad de practicarlo profesionalmente, de jugar finales, de anotar goles, quiero ser un ejemplo de fortaleza y perseverancia, tengo en mi mente recuperarme y regresar a hacer pruebas en los equipos”, dijo.
Por último, aseguró aprecia en gran manera el apoyo de sus familiares y su pareja, quienes han sido su soporte durante estos últimos meses para ir saliendo adelante.
Fueron mi bastón, estuvieron siempre para mí, trataron de hacerme sonreír, de darle un poco de luz a mis días porque yo me levantaba sin ganas de la siguiente cirugía, yo ya no quería, pero ellos representaron todo, mi felicidad, mi fuerza, mis ganas de salir a adelante y voy a estar agradecida eternamente con ellos”, concluyó.