Checo Pérez, Daniel Suárez y Roberto González obtuvieron resultados importantes en F1, NASCAR y Le Mans, respectivamente

Los pilotos mexicanos Sergio PérezDaniel Suárez y Roberto González agregaron páginas doradas a la historia del automovisimo para su país, pues viveron un fin de semana de ensueño dentro de la Formula 1NASCAR y en las 24 horas de Le Mans, respectivamente.

En la máxima categoría del automovilismo, Checo Pérez, después de ganar el Gran Premio de Mónaco hace dos semanas y asegurar su renovación con Red Bull hasta 2024, dio buenas sensaciones para enfrentarse al circuito callejero de Bakú, en Azerbaiyán, luego de liderar la primera práctica libre durante el viernes y concluir por detrás de Charles Leclerc en la segunda, mientras que cerró la tercera ronda nuevamente como el mejor tiempo durante el sábado.

Durante la carrera sobre la pista de la capital azerbaiyana, Checo Pérez se conformó con el segundo puesto de la carrera, por detrás del neerlandés Max Verstappen, su coequipero y vigente monarca de la competición, pero dicho sitio le permitió escalar a la segunda posición del campeonato de pilotos, con 13 puntos de ventaja sobre el monegasco Leclerc, su más cercano perseguidor, y 21 por debajo de su compañero.

En la categoría de ‘Stock Car’ más importante del orbe, Daniel Suárez, en su carrera 195 en la Cup Series de NASCAR, se convirtió en el primer mexicano en ganar una carrera dentro del serial, luego de conquistar la Toyota Save Mart 350 en Sonoma, California, a bordo del bólido N° 99, un Chevrolet Camaro ZL1.

Además, el triunfo para el mexicano le significó ser apenas el quinto piloto no estadounidense en llevarse la bandera a cuadros en un evento de NASCAR Series y unió su nombre a la lista conformada por Juan Pablo Montoya (Colombia), Marcos Ambrose (Australia), Earl Ross (Canadá) y la leyenda Michael Andretti (Italia).

Por su parte, Roberto González, del equipo Jota Sport, ganó la Clase LMP 2 en las 24 Horas de Le Mans, carrera de resistencia más prestigiosa del mundo y una de las joyas en la triple corona del automovilismo, junto con el Gran Premio de Mónaco (F1) e Indy 500 (Indy Car).

El piloto mexicano hizo equipo con el británico Will Stevens y el portugués Felix Da Costa para asegurar el triunfo en el Circuito de la Sarthe, quedando quinto sitio en la clasificación general. Cabe mencionar que su hermano menor, Daniel González, ganó en esta misma categoría en 2013. El también mexicano Esteban Gutiérrez quedó en decimoséptimo sitio con el auto de Inter Europol Competition.

En Indy Car, la categoría de carreras monoplazas más importante de Estados Unidos, el piloto del equipo McLaren SP Patricio O’Ward abandonó el Gran Premio Road America en Elkhart Lake, Wisconsin, a ocho vueltas del final, debido a problemas en el motor.

A pesar del traspié, O’Ward, de 23 años, es el cuarto peldaño en la clasificación con 248 puntos; por encima del mexicano se ubican el estadounidense Josef Newgarden (261), el australiano Will Power (266) y el sueco Marcus Ericsson (293).

Tal vez, la oportunidad de ganar el Gran Premio de Fórmula 1 de Azerbaiyán se fue de las manos para el mexicano Sergio Pérez en el momento en que no pudo entrar a pits durante la primera bandera amarilla, pero esa falla de su foso no definió el resultado sino el gran paso de su compañero en Red Bull, Max Verstappen, quien se llevó el triunfo.

Sí, el ingeniero Hugh Bird dijo por el radio a Checo Pérez “¡Pits, pits!” en la vuelta 7, cuando Carlos Sainz abandonó y provocó la salida de Safety Car, pero el tapatío recibió la orden cuando ya era imposible doblar hacia la entrada de los fosos. “La perdí”, señaló Checo por el aparato de intercomunicación, cuando vio que la puerta quedaba atrás.

Ahí, Charles Leclerc entró a cambiar neumáticos y parecía que la victoria sería de Ferrari (ya todos sabemos lo que pasó después con el motor de su auto que se jubiló temprano) y que ese error le costaría la victoria al de Red Bull.

Pero lo cierto es que el RB18 de Checo Pérez devoró, primero, los neumáticos medios y después los duros, por lo que su ritmo de carrera fue notablemente inferior al de Verstappen, quien en la vuelta 15 lo rebasó por el liderato de la carrera, porque era mucho más rápido.

No hubo órdenes de equipo, a pesar de que, de nuevo Bird, susurró en el radio a Checo: “Sin pelear”, cuando Verstappen atacó con el DRS al final de la recta. En realidad, no era necesario que Bird le dijera eso a Pérez, él sabía que como compañero de equipo debe dar espacio al pelear posición y sobretodo que no tenía el paso para combatir a Max.

Así que, sí se puede hablar de un error en el radio que le costó tiempo a Checo Pérez, luego paradas kilométricas en pits, principalmente la primera de 5.7 segundos, pero ni con paradas perfectas y sin el error en el SC habría podido el mexicano con el ritmo del neerlandés.

Al término de la carrera, Checo Pérez felicitó al equipo por el 1-2, pero también le comentó a su ingeniero, “Creo que sabemos qué pasó”, posiblemente se refería a la llamada tardía a los pits, pero también a la extrema degradación que sufrió en las llantas en los 6,001 metros del trazado de Bakú, donde ha subido, con esta, cuatro veces al podio: dos terceros lugares (2016 y 2018), un primero (2021) y ahora el segundo (2022).

En la entrevista posterior para la TV, Checo Pérez mencionó el incidente en el radio con Bird, pero enfatizó el desgaste de las gomas, todo con un semblante que parecía más el de un piloto que hubiera abandonado y no de uno que quedó segundo en la carrera y que subió también al segundo puesto en el campeonato de pilotos con 129 puntos, a 21 de Verstappen.

Checo Pérez quería ganar, pero el domingo en Bakú el gran problema fue que de su lado del foso en Red Bull priorizaron el trabajo para la calificación, mientras que Verstappen y sus ingenieros se concentraron en la puesta a punto para la carrera.

Esto lo dijo Christian Horner a Sky Sports como una hipótesis del porqué, raro en él, Checo Pérez tuvo una degradación tan rápida de los neumáticos, cuando normalmente es el piloto que mejor maneja las llantas en la Fórmula 1.

Incluso al inicio del Gran Premio, luego de que arrancó como un pura sangre y arrebató la punta a Leclerc, Checo Pérez no pudo despegarse del Ferrari más de 2.3 segundos cuando llevaba la ventaja de ir con aire limpio como líder, mientras que Verstappen presionaba en zona de DRS al monegasco. Así que el ritmo para ganar no estaba ahí para el mexicano desde el principio.

Las teorías de conspiración no caben en esta carrera. Ni hubo órdenes de equipo ni se cometen errores a propósito para enmascarar la preferencia por un piloto en Red Bull. Verstappen fue dominante, condujo con autoridad y maestría. Checo Pérez también fue magistral, pero su pecado fue, tal vez, no tener la puesta a punto adecuada para la carrera.

Lo que sí, es que errores de comunicación como ese pueden costar caros en el futuro. El ingeniero de Checo Pérez no puede perder la referencia de dónde se encuentra el monoplaza en una situación crítica. Ahora no pesó tanto, porque hubo otros factores, pero de cualquier manera es un error.

Lo más destacado es que Checo Pérez no se baja del podio, es segundo en la clasificación y recoge puntos importantes cuando los Ferrari empacan temprano para la siguiente carrera en Bakú. Ese, el camino de la constancia, regularidad y podios es que el puede mantener al número 11 en la lucha por en campeonato de la F1.

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