Este pan es uno de los alimentos que no pueden faltar durante la conmemoración por Día de Muertos

Se acerca el Día de Muertos, una de las festividades favoritas de los mexicanos. Además de su significado, esta fecha es de vital importancia para la gastronomía del país pues uno de sus elementos distintivos es el pan de muerto.

Cada año, la panadería típica de México decora los altares alusivos al 1 y 2 de noviembre. Sin embargo, no hace falta esperar a que lleguen estos días para degustarlo, sino que la temporada arranca en la segunda semana de octubre.

La diversidad de la cocina permite probar este antojito en distintos sabores, desde los que van rellenos de guisos, hasta los preparados con ingredientes exóticos o veganos. Pero su versión más conocida es la que tiene azúcar espolvoreada.

¿Cuál es el origen del pan de muerto?

Las ofrendas de muertos tienen su origen en las culturas prehispánicas. En estas se colocaban “panes” de diversas figuras como mariposas o rayos (xonicuille) hechos a base de amaranto y maíz tostado.

Dichas creaciones culinarias tenían una forma distinta a lo que hoy se conoce como “pan de muerto”. En realidad, eran siluetas de cuerpos preparados como una especie de tamal, según consta en los relatos de los franciscanos Diego de Durán y Bernardino de Sahagún.

La versión actual consiste en una base redonda con una pequeña esfera en el centro de la parte superior que representa el cráneo o corazón del difunto, y cuatro canillas que simbolizan huesos, explica la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Este pan tiene como ingredientes principales la harina de trigo, azúcar, huevos, y generalmente está adornado con ajonjolí o bien cubierto de azúcar, y perfumado con naranja y anís.

En algunas regiones se decora con azúcar roja como representación de la sangre de los sacrificios que eran echos para Dioses prehispánicos.

Por lo general, se acompaña de bebidas como el chocolate caliente, horchata, atole o champurrado.

¿Cuántas calorías tiene el pan de muerto?

Un pan de muerto pequeño contiene 220 calorías aproximadamente, mientras que una taza de chocolate con leche añade 288 calorías extra. En total su consumo aporta 508 calorías, de acuerdo con la tabla calórica de la PROFECO.

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