Chile anunció el cierre de sus fronteras por 30 días a partir del próximo lunes e incrementó las restricciones de movilidad en un nuevo intento por reducir el incremento de contagios que ha reportado la nación sudamericana y que ha vuelto a poner en jaque la disponibilidad de camas.

Las restricciones incluyen la prohibición del ingreso y salida del país de todos los chilenos y extranjeros residentes, además de que en los cruces por tierra podrá permitirse el ingreso a camioneros que transporten bienes esenciales sólo si tienen una prueba negativa reciente, informaron el jueves las autoridades.

Es un momento de tomar medidas difíciles y necesitamos el esfuerzo de todos, por lo que se cierran las fronteras del país y se restringen los viajes al extranjero por todo el mes de abril, tanto a ciudadanos chilenos y a extranjeros residentes en el país”, dijo la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, al anunciar las medidas. Agregó que sólo se podrá ingresar o salir del país en situaciones extraordinarias, debidamente acreditadas. Tampoco ingresarán durante un mes los extranjeros provenientes de países donde hay una “transmisión comunitaria” del nuevo virus.

Hasta ahora hay más de un millón de contagiados y más de 23.000 fallecidos.

AP.

Más del 84% de los chilenos está en cuarentena para frenar las infecciones, pero el confinamiento no se ha traducido en una disminución considerable de la movilidad porque el gobierno otorga millones de permisos temporales diarios para salir a realizar trámites legales y judiciales, comprar cosas básicas y asistir al médico, entre otras cosas.

La policía, que los entrega en línea, dio más de 4,8 millones de pases individuales sólo entre lunes y miércoles. Además, empresas que se dicen esenciales, tienen otros cinco millones de autorizaciones colectivas para sus trabajadores.

El endurecimiento de las restricciones se aplica en momentos en que los contagiados siguen aumentando, con más de 7.000 diarios durante cinco jornadas consecutivas la última semana, superando el máximo de 6.938 de junio de 2020. El jueves se informó de un nuevo récord de infectados: 7.830 en las últimas 24 horas.

A pesar de la fuerte oposición de los gremios médicos, tras una meseta de contagiados diarios de unos 4.000 en enero y febrero, el gobierno entregó permisos especiales de vacaciones a unos cuatro millones de personas que circularon por todo el país y autorizó la apertura de comercios no esenciales, incluidos gimnasios y casinos.

Especialistas médicos afirman que en los nuevos contagios también influye una deficiente trazabilidad –ubicación de los contactos estrechos de los infectados– que según Paris promedia las 2,6 personas, lejos de los 10 recomendados por la OMS. Además, temen que las variantes del nuevo virus, como la británica y la brasileña, que son más contagiosas, estén haciendo más crítica la difícil situación chilena.

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