Los precios al consumidor mexicanos marcaron en noviembre un fuerte repunte al registrar un alza interanual del 7,37 %, el mayor nivel en dos décadas, debido a la preocupante alza de insumos básicos como los agropecuarios o la energía.
Este elevado dato se dio luego de que en el undécimo mes del año los precios al consumidor se elevaran un 1,14 % mensual impulsado por los energéticos y los agropecuarios, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Un nivel que contrasta con el de noviembre de 2020, hace justo un año, cuando los datos correspondientes reflejaron un aumento mensual del 0,08 % en el índice de precios al consumidor (IPC) y una inflación anual del 3,33 %.
“El índice nacional de precios al consumidor se incrementó 1,14 % mes contra mes, el mayor aumento para dicho mes en 21 años. La inflación anual quedó en 7,37 % año contra año, 1,13 puntos más que en octubre”, dijo en Twitter el presidente del Inegi, Julio A. Santaella.
LOS PRODUCTOS MÁS AFECTADOS
El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó el 0,37 % mensual y dejó la tasa anual en el 5,67 %.
Si bien esta cifra ya es alta, sobresale el alza de los precios no subyacentes, pues los agropecuarios aumentaron un 4,48 % respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno aumentaron 2,64 %.
A nivel anual, los precios de los agropecuarios han crecido un 14,36 %, mientras que las tarifas energéticas se han elevado un 11,26 %.
De este modo, la partida de no subyacentes aumentó un 3,45 % mes contra mes y aumentó un 12,61 % interanual.
“Al interior de los precios al consumidor, en noviembre 2021 el componente subyacente subió 0,37 % mes contra mes y el no subyacente 3,45 % para dicho mes. Estos son los mayores aumentos desde 2001 y 1998, respectivamente”, apuntó Santaella.
FACTORES MUNDIALES
Para Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, el dato de la inflación superó “las expectativas” del mercado, si bien recordó que este fenómeno es hoy en día mundial.
“La inflación no es un problema exclusivo de México y se ha mantenido en niveles altos precisamente por esta desincronización global causada por la pandemia”, apuntó la experta.
Remarcó que actualmente existen “disrupciones en las cadenas de suministro por la escasez de productos, por el alto costo de los fletes marítimos y por el alza en los precios de las materias primas, particularmente de los energéticos, y también por los cuellos de botella en los grandes centros de logística”.
FAMILIAS CON ESCASEZ
Por último, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo, conformada por 176 productos y servicios, presentó un aumento del 1,27 % mensual y del 8,35 % interanual.
Todo ello supone un varapalo para millones de familias de México, un país con 55,7 millones de pobres, el 43,9 % de la población.
“Desafortunadamente un alza en la inflación afecta a quienes menos tienen. Y con esto es muy probable que cuando se publiquen las cifras de pobreza laboral veamos un incremento. Es decir, un alza en el número de personas que con su trabajo no pueden comprar una canasta básica”, agregó la experta.
La economía mexicana cayó un histórico 8,2 % en 2020, y este año espera crecer sobre el 6 %.
La reactivación económica en México llegó tras dos meses de suspensión de todas las actividades económicas no esenciales, en abril y mayo de 2020, debido a la crisis del coronavirus, lo que tuvo un fuerte impacto en la producción y el consumo.
La inflación de 2020 cerró en un 3,15 %, mientras que en 2019 la inflación fue del 2,83 % y en 2018 los precios al consumidor se elevaron un 4,83 %.
Los precios al consumidor escalaron hasta el 6,77 % a finales de 2017, la tasa más alta desde 2000, que fue motivada por un alza en el precio de los combustibles.
La meta del Banco de México es del 3 % anual.