Los países e instituciones de justicia deben aunar fuerzas para coordinar y apoyar los mecanismos de investigación que esclarezcan las acusaciones de violaciones de los Derechos Humanos y los posibles crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas en Ucrania, apuntó hoy la embajadora general de EE.UU. para la justicia penal global, Beth Van Schaack.
“La comunidad internacional debe coordinar sus respuestas a la hora de compartir información y apoyar los mecanismos de investigación y las instituciones de justicia a nivel nacional e internacional” para documentar estos posibles crímenes, dijo Van Shaack en un encuentro virtual con periodistas.
Van Shaack aseguró asimismo que, “como con cualquier presunto delito, un tribunal de justicia con jurisdicción determinará, en última instancia, la responsabilidad penal individual en casos específicos”.
La embajadora indicó que en este momento hay “toda una serie de instituciones centradas en Ucrania”, entre las que se encuentra la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas, “que acaba de empezar”, así como la Corte Penal Internacional o la OSCE con su “Mecanismo de Moscú”, que acaba de publicar su primer informe en el que ve un “patrón claro” de violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas rusas durante la ocupación.
“Ucrania ha sido muy efectiva e inteligente al utilizar la guerra legal con respecto a las acciones de Rusia en su territorio”, destacó Van Schaack.
Asimismo, la embajadora también subrayó, entre las herramientas de cooperación para esclarecer estas acusaciones de violaciones de Derechos Humanos, la posibilidad de que los tribunales nacionales ejerzan “la llamada jurisdicción universal sobre personas acusadas de cometer crímenes internacionales”.
En este contexto, puso de relieve la “gran carga” que llevarán los tribunales ucranianos “para garantizar que los responsables de crímenes de guerra y otras atrocidades rindan cuentas”, dijo.
“Todas estas instituciones judiciales y de investigación crean un sistema interrelacionado de justicia penal internacional, y es este sistema el que merece todo nuestro apoyo”, sentenció la embajadora.
En esta línea, destacó que el gobierno de Estados Unidos “está invirtiendo en múltiples líneas de esfuerzo”, que incluyen el compromiso de una serie de agencias y oficinas para “la formación y la prestación de asistencia técnica” a la sociedad civil en la documentación de violaciones del derecho internacional humanitario o las leyes de la guerra, así como el intercambio de información, incluyendo el análisis de imágenes satelitales y fuentes de datos abiertas.
Asimismo, también subrayó los trabajos para “ampliar la justicia para las víctimas”, contribuyendo a sentar “las bases de la justicia de la reparación”.
LA DESINFORMACIÓN ANTE LA DOCUMENTACIÓN DE PRUEBAS
Por otra parte, Van Schaack alertó de que, en un contexto en el que la desinformación tiene especial influencia en la opinión pública, negando las atrocidades y crímenes, es “un reto increíble” para el sistema de justicia internacional “asegurar la autenticidad y la veracidad de las imágenes y los vídeos”.
En esta línea, defendió el uso de herramientas como la “tecnología forense” de análisis, para identificar posibles manipulaciones en los vídeos e imágenes, al tiempo que incidió en la “vital importancia” de “recoger y preservar la información lo antes posible”, y de forma segura “para que la cadena de custodia” de pruebas pueda mantenerse totalmente protegida.