Se trata de una pieza de 13 centímetros de alto, 16 centímetros de diámetro, así como 17 centímetros en su boca. La vasija estaba en perfectas condiciones
Un reciente descubrimiento llevó a especialistas a investigar una cueva ubicada en una iglesia en la zona urbana de Playa del Carmen. Fue en la cueva de la cruz, ubicada en Playa del Carmen, Quintana Roo, donde se localizó hace unos días una vasija antigua maya del período preclásico tardío, estamos hablando de unos dos mil años de antigüedad.
Fue un grupo de voluntarios quienes todos los lunes se dedican a limpiar cenotes, quienes hallaron el objeto.
“Ese día venimos a esta cueva, hicimos la limpieza y nos encontramos con un objeto extraño y nuestro protocolo que tenemos en Cenotes Urbanos es avisar inmediatamente al INAH cuando vemos cualquier cosa así,” declaró para las cámaras de Fuerza Informativa Azteca, Alejandra Flores, exploradora.
Días después arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia se hicieron presentes para labores de recuperación.
“Ahí estaba posicionada la vasija en el lugar todavía se ve el asentamiento,” continuó Aida Sida, espeleóloga.
El proceso no estuvo exento de dificultades.
“Nosotros apoyamos a la hora de sacarla porque la sacó completa, cómo estaba metida debajo de las piedras tuvimos que hacer como una cadena humana para ir pasando la vasija y que no se fuera a golpear con la orilla de las piedras,” agregó Alejandra Flores, exploradora.
Se trata de una pieza de 13 centímetros de alto, 16 centímetros de diámetro, así como 17 centímetros en su boca.
Su decorado se asemeja a una calabaza y aunque carece de una asa, fue asociada con las vasijas tipo chocolateras, producción de hace más de dos mil años.
“Después resultó tener más de 2 mil años de edad, o sea, la hicieron cuando nació Jesús aquí en la iglesia para mí eso tiene un significado muy muy especial que tienes algo en la mano con más o menos cientos y, cientos años menos, pero más o menos de edad de cuando nació cristo,” comentó Hubert Reiner, sacerdote.
Expertos consideran que la cueva donde fue hallada la pieza, era una zona donde los antiguos pobladores realizaban actividades cotidianas.
Arqueólogos del INAH dicen que cuando se encuentran rocas de ese color es porque han sido ya calentada o carbonizadas precisamente como un lugar donde se solía hacer de comer, al parecer este lugar era para lo que lo utilizaban.
La vasija completa y en perfectas condiciones, fue trasladada al museo maya de la ciudad de Cancún.
Mientras que en el lugar los expertos esperan que baje el nivel del agua para ver si emerge algo más y continuar con la búsqueda de bienes patrimoniales.