La asocación ambientalista Moce Yax Kuxtal desmintió que exista algún apoyo a la renovación de la Quinta Avenida propuesta por Beristain.
El inicio de la obra de modernización y rescate de la Quinta Avenida, el Parque Fundadores y calles aledañas de Playa del Carmen propuesta por Laura Beristain y que ha provocado el airado reclamo del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya, la censura del Colegio de Arquitéctos de la Riviera Maya y la condena de las asociaciones ambientalistas lideradas por la AC Moce Yax Kuxtal parece no tener intenciones de suspenderse.
Al respecto, Lupita del Río desmintió que exista algún acuerdo escrito para atender sus demandas de replantear el proyecto bajo el principio del cuidado a la naturaleza, respetar los árboles o no construir las grandes planchas de concreto inadecuadas para una ciudad tropical como lo es Playa del Carmen; esto luego que el encargado de despacho de Comunicación Social, Román Nahón Contreras intentó burlar a la ciudadanía con el presunto respaldo de “ambientalistas” de los que no dio su nombre.
Más voces se suman contra polémica obra en la Quinta Avenida
Y es que las imágenes enviadas a la prensa del polémico proyecto impulsado por el fallido gobierno de la presidente Laura Beristain Navarrete, muestran calles adoquinadas en donde antes había árboles, así como la desaparición del Kiosco del parque Fundadores y los almendros y las palmas de los andadores para ser reemplazados por planchas de concreto.
A los daños ambientales se suman las afectaciones a los más de 10 mil negocios como hoteles, restaurantes, cafeterías, bares y plazas de la Quinta Avenida y sus alrededores, actualmente cerrados por la contingencia y que no podrán iniciar actividades el 1 de junio como se tenía planeado debido a que los trabajos se extenderían indefinidamente.
Finalmente se mencionó que esta obra, en la que se invierten 117 millones de pesos, abarcará un polígono que integre la Quinta y Décima avenidas, el Parque Fundadores y las calles perpendiculares que desembocan al mar, pero cuyo proyecto fue reprobado por el Colegio de Arquitectos de la Riviera Maya debido a que está pensado para ciudades como la CDMX y no para la Riviera Maya y su tradición amable con la naturaleza, y con el entorno histórico.