La ONG denunció que en buena parte estos incendios forestales están provocados por los combustibles fósiles, que están detrás del aumento de la temperatura.

El fuego ha arrasado en California 809 mil hectáreas de superficie, la mayor de su historia ya que superan el récord de 2018, y los incendios quedan lejos de su extinción, alertó Greenpeace que denuncia que en buena parte estos megaincendios están provocados por los combustibles fósiles, que están detrás del aumento de la temperatura.

Así, añade que precisamente en el estado de California, los permisos para nuevos pozos de petróleo y gas han aumentado un 190 por ciento en la primera mitad de 2020, es decir casi el triple.

Además de superficie quemada récord, el condado de Los Ángeles llegó a su temperatura más alta jamás registrada el pasado domingo, cuando se alcanzaron 49 grados centígrados.

La portavoz de Greenpeace en Estados Unidos, Caroline Henderson, señaló que la temporada, con más de 96 incendios está lejos de terminar y ha añadido que tres de los cuatro fuegos más grandes registrados en California están en la actualidad en llamas.

“Y apenas hemos entrado en lo que suele ser la temporada de incendios forestales “pico”. No es suficiente que nuestros líderes crean en la ciencia climática: necesitamos que actúen en consecuencia”, ha reclamado.

La portavoz denuncia que aunque el gobernador de California Gavin Newsom, ha afirmado que un clima cálido está alimentando estos incendios, al mismo tiempo “permite la expansión de la industria de los combustibles fósiles” y, precisamente en su mandato los permisos para nuevos pozos de petróleo y gas han aumentado un 190 por ciento en la primera mitad de 2020, en comparación con el mismo período del año pasado.

“Tenemos que dar pasos para combatir la crisis climática en lugar de retroceder”, apunta.

Al mismo tiempo, la ONG acusa a la administración de Donald Trump de intentar explotar estos incendios forestales para justificar la tala o atacar la política de espacios naturales protegidos e insta a hacer frente a “estos intentos descarados” de aprovechar la crisis en beneficio de la industria maderera.

Al mismo tiempo, añade Greenpeace que el humo del fuego está empeorando la calidad del aire, lo que agrava los problemas respiratorios que ocasiona Covid-19, especialmente en los sectores más vulnerables.

En California, la pandemia ha dejado ya alrededor de 14 mil muertos (más de 190 mil en todo el país, el más afectado del planeta). Los incendios, además, obligan a evacuaciones que podrían poner en riesgo la exposición potencial al virus para miles de habitantes de este Estado.

Para Greenpeace, el gobierno de California y de Estados Unidos deberían dedicar recursos públicos para proteger los hogares, preparar a la población residente y minimizar la forma en que los incendios forestales y el humo impactan directamente en sus vidas y las propiedades.

Por ello, reclama al gobernador Newsom que actúe para abandonar los combustibles fósiles e invierta en un nuevo sistema de energía limpia, segura y equitativa para garantizar una transición justa para las personas y los ecosistemas. (Europa Press)

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