Representa un duro golpe para los pescadores y los prestadores de servicios náuticos de Playa Del Carmen, el incremento paulatino que la gasolina, preciado combustible, ha sufrido en los últimos meses, lo que en México se conoce como el gasolinazo.
De esta forma la ganancia es mínima ya que ahora con el aforo controlado por el semáforo de contagios, en color amarillo pueden subir a cuatro personas en las embarcaciones, lo que merma sus ingresos al no poder llevar más gente.
“Si viene una familia de ocho personas, necesitamos dos botes y entonces ya son casi dos mil pesos de combustible”, indicó.
Por este motivo, informó que son al menos 30 trabajadores en los servicios náuticos emigraron hacia otros empleos o bien hacia sus estados de origen, toda vez que ahora les pagan por viaje, ya no por sueldo “y hay días en que no hacemos ningún viaje, no les convenía”.
Dijo que en estos días sus actividades andan como en el 40% porque ya empieza a llegar más turismo, sobre todo nacional, “pero también hemos atendido a varios canadienses”, esperando que en Semana Santa este porcentaje se incremente ya que ofrecerán precios especiales a los paisanos para que se animen a contratar sus servicios.