A nivel internacional, México no es considerado un referente en materia de exploración del espacio exterior; sin embargo, hace 36 años, en 1985 realizó una gran aportación que a la fecha agradecen los astronautas en sus misiones, ya que pueden mantener una alimentación sana y altamente nutritiva gracias a la tortilla.

Es bien sabido que este alimento, propio de la gastronomía mexicana, es consumido en nuestro país desde tiempos prehispánicos y poco a poco, gracias a compañías como Gruma, líder a nivel mundial en producción de harina de maíz nixtamalizado, tortillas y wraps, ha ido conquistando los paladares de habitantes de todo el mundo, llegando incluso a los jeques árabes, chinos, australianos, rusos y por supuesto los estadounidenses.

Pero ¿cómo llegó la tortilla a deleitar a los astronautas en sus viajes al espacio? fue gracias a un mexicano, Rodolfo Neri Vela, quien en 1985 se convirtiera en el primer connacional en realizar un viaje espacial.

Para realizar su misión, Neri Vela hizo una petición a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés): poder llevar tortillas para comerse unos tacos estando en el espacio exterior.

Fue así como la NASA, que normalmente empacaba pan para la alimentación de los astronautas, descubrió todos los beneficios de la tortilla; para empezar, ocupaba menos espacio de almacenamiento, no dejaba migajas -que bajo gravedad cero- podrían introducirse en los aparatos de la aeronave o quedar flotando.

A partir de ese entonces, la NASA también descubrió todos los beneficios nutrimentales de este alimento mexicano: calcio, hierro, zinc, ácido fólico, vitaminas A, B, C, D, E, entre otros; asimismo, comprobó que la tortilla puede combinarse con otros alimentos, ayudando así a los astronautas a tener una sana alimentación.

Si bien la NASA tuvo que hacer algunas adecuaciones en cuestiones de empaquetado, para poder preservar hasta 18 meses el alimento; es un orgullo de México que la tortilla sea parte importante de la alimentación de los viajeros espaciales en sus misiones de exploración.
Hay que recordar que la tortilla, además de estar presente en la ‘mesa’ de los astronautas es un alimento que no puede faltar en los hogares mexicanos desde hace MILES de años.

En México este alimento sigue preparándose bajo el proceso de nixtamalización, que consiste en la cocción del maíz con cal; proporcionando los índices de calcio necesarios de la Ingesta Diaria Recomendada para mantener una dieta sana.

Incluso las harineras, como Grupo Maseca, hacen uso de este proceso de nixtamalización en la elaboración de sus productos, adicionando otras vitaminas y minerales.

Actualmente, un 65% de la producción de tortillas en el país sigue manteniendo el proceso tradicional de nixtamalización como insumo principal; 25% de las tortillas se elaboran con la harina de maíz que produce la empresa mexicana MASECA; y el resto se distribuye entre otras compañías harineras, como Minsa, Harimasa y Macsa, entre otras.

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