La población que se autodenomina mestiza ha superado, por primera vez en los registros censales, a la población blanca en Brasil, consolidándose como el grupo étnico-racial más grande del país sudamericano. Según los datos presentados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) a finales de diciembre pasado, los ‘pardos’ ahora suman 92.1 millones de habitantes, representando el 45.3% de la población total del país.

El estudio censal reveló que los blancos, que anteriormente constituían el grupo más grande, ahora representan el 43.5% de la población, equivalente a 88,2 millones de personas. Esta transición marca un cambio significativo en el perfil étnico de la población brasileña, con un aumento en la autoidentificación como mestizos y negros.

Desde el año 2000, ha habido un aumento constante en el porcentaje de personas que se identifican como negras y mestizas. En el censo de 2010, estos dos grupos combinados superaron por primera vez a la población que se declaraba blanca, marcando un punto de inflexión. En el censo más reciente, la tendencia al alza continuó, con los ‘pardos’ representando el 43.1% y los negros el 7.6% de la población en 2010. Actualmente, el 10.2% de la población se reconoce como negra, lo que equivale a aproximadamente 20.6 millones de personas.

El IBGE señaló que este aumento del 42.3% en la autoidentificación como negra es la segunda cifra más alta de la última década, solo superada por el aumento de la población indígena, que creció un 89% entre 2010 y 2022. Actualmente, hay más de 1,6 millones de indígenas en Brasil, representando el 0,8% de la población, casi el doble de la cifra registrada en 2010.

Márcio Pochmann, presidente del IBGE, resaltó la importancia del censo para comprender científica y técnicamente el perfil de la población brasileña. Por su parte, João Jorge Rodrigues, presidente de la Fundación Palmares, afirmó que estos datos serán fundamentales para desarrollar políticas destinadas a la población negra en municipios, estados y a nivel nacional.

En términos de autoidentificación étnico-racial, la población asiática fue la que experimentó la mayor disminución de un censo a otro. En 2022, alrededor de 850 mil personas se declararon de origen oriental, lo que representa el 0.4% de la población brasileña, en comparación con el 1.1% registrado en 2010. Esta reducción se atribuye a una mejora en la metodología de investigación, que incluyó preguntas adicionales para verificar si la persona tenía un origen oriental específico, como chino, japonés o coreano.

El proceso de clasificación étnico-racial se lleva a cabo mediante un cuestionario administrado por censadores que visitan los hogares brasileños para realizar entrevistas. Una de las preguntas clave es sobre el color o raza de la persona, con cinco opciones disponibles: blanco, negro, amarillo (para aquellos con ascendencia oriental), pardos (que incluye a personas que se reconocen por el color o como una mezcla de colores) e indígena.

Es importante destacar que estas clasificaciones se basan en la autoidentificación de las personas y no son reglas impuestas desde terceros. La interpretación puede variar según la percepción individual en relación con el origen familiar, el color de piel, los rasgos físicos y la etnia.

Otro aspecto relevante que revela el Censo 2022 es la distribución étnico-racial en el territorio brasileño. Las regiones sur y sudeste del país son predominantemente blancas, mientras que las regiones centro-oeste, norte y nordeste exhiben una mayor diversidad mestiza y negra.

El sur se destaca como la región más blanca de Brasil, con un 72.6% de la población identificándose como tal. Los estados con los mayores porcentajes de población blanca son Rio Grande do Sul (78.4%), Santa Catarina (76.3%) y Paraná (64.3%). Por otro lado, el nordeste lidera en la proporción de población negra, representando el 13% de la región.

El norte concentra las mayores proporciones de mestizos e indígenas en todo el país, con el 67.2% y el 3.1%, respectivamente. Bahía, Río de Janeiro y Tocantins son los estados con los mayores porcentajes de población negra, mientras que Pará, Amazonas y Maranhão lideran en población morena.

En cuanto a la población indígena, Roraima encabeza la lista con el 14.1%, seguido por Amazonas (7.7%) y Acre (3.5%). Las comunidades de origen oriental están más concentradas en São Paulo (1.2%), Paraná (0.9%) y Mato Grosso do Sul (0.7%).

El Censo también proporcionó datos sobre la distribución étnico-racial en los municipios brasileños. Del total de 5 mil 568 ciudades, el 58.3% son mayoritariamente morenas, mientras que el 41% tienen una mayoría de población blanca. En 33 municipios, los indígenas constituyen la mayoría, destacando localidades como Uiramutã (Rondônia) y Santa Isabel do Rio Negro (Amazonas).

Solo en nueve ciudades, los afrobrasileños representan más de la mitad de la población, como es el caso de Serrano do Maranhão (MA) y Antonio Cardoso (BA). A pesar de la caída en la población blanca en todas las regiones brasileñas, esta sigue siendo mayoritaria en todos los grupos de edad, especialmente en el segmento de mayores de 60 años. En términos de género, la población negra es la única en la que hay más hombres que mujeres, con una proporción de 103.9 hombres.

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