El presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, dejará su cargo a finales de año, en medio una amplia reorganización de la dirección motivada por la crisis de seguridad del fabricante de aviones derivada de la falla de un panel de un avión 737 MAX en pleno vuelo en enero.

Además de Dave Calhoun, la empresa también anunció la salida de otros miembros como Stan Deal, presidente ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, por lo que Stephanie Pope dirigiría ese negocio. Steve Mollenkopf fue nombrado nuevo presidente del consejo de administración.

“El mundo nos observa y sé que vamos a superar este momento para ser una mejor compañía”, escribió Dave Calhoun en una carta a los empleados en la que sostuvo que “la seguridad y la calidad son lo que anteponemos a todo”.

La junta directiva eligió a Steve Mollenkopf, miembro de la junta ejecutiva de Boeing y exjefe del fabricante de chips Qualcomm, para suceder en el cargo a Dave Calhoum. Como tal, será responsable de encontrar un nuevo director ejecutivo para la compañía.

Dave Calhoun ha estado bajo presión desde el incidente del 5 de enero, cuando un panel se desprendió de un vuelo de Alaska Airlines a unos 16 mil pies sobre el suelo. La empresa se enfrenta a un fuerte escrutinio normativo y las autoridades estadunidenses han frenado la producción mientras intenta solucionar los problemas de seguridad y calidad.

La semana pasada, un grupo de presidentes ejecutivos de aerolíneas estadunidenses solicitaron reuniones con directivos de Boeing para expresar su preocupación por el accidente del 737 MAX 9 de Alaska Airlines, al afirmar que era una señal inusual de frustración por los problemas del fabricante y Calhoun.

La crisis de la compañía ha frustrado a las aerolíneas que ya están luchando con los retrasos en las entregas tanto de Boeing como de su rival Airbus, y el fabricante de aviones ha estado quemando más efectivo de lo esperado en este trimestre de lo previsto.

“Durante años, hemos dado prioridad a mover el avión por la fábrica por sobre hacerlo bien, y eso tiene que cambiar”, dijo la semana pasada el director financiero Brian West.

El principal rival de la compañía, Airbus, consiguió recientemente pedidos de 65 aviones de dos de los principales clientes asiáticos de Boeing, en lo que algunos consideraron una señal de la preocupación de los ejecutivos por Boeing.

Las autoridades de Estados Unidos dieron el mes pasado a Boeing un plazo de 90 días para presentar un plan sobre control de calidad. La Agencia Federal de Aviación Civil (FAA) de Estados Unidos señaló que la compañía debe “comprometerse a una verdadera y profunda mejora”.

Además del accidente técnico a bordo del vuelo de Alaska Airlines, ya se habían reportado problemas de producción a lo largo de 2023 así como una serie de incidentes en 2024.

Las acciones de Boeing subían un 2.8% en las operaciones previas a la apertura de la sesión.

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