Es increíble y motivante cuando escuchamos una historia de éxito en la que el protagonista logra esa marca, ese podio, esa clasificación, ese reto, pero, eso que todos admiran, el resultado final, la victoria que es usada como impulso para los demás, no es a lo que debemos de poner atención a la hora de buscar motivación, pues eso, es solo el final, la conclusión de un largo camino.

Es lógico pensar que viendo los éxitos de las personas que admiramos, se puede encontrar la motivación necesaria para avanzar, cuando en realidad, hay que observar el proceso que los llevó a estar en la cima, un proceso lleno de altas y bajas, lleno de ganas de desistir, momentos en los que sientes que tu cuerpo no da para mas y la salida es la única opción viable, horas de reflexión y meditación para entender por qué sigues intentándolo.

La fuerza de voluntad, en el deporte, es algo que se trabaja, como un músculo, se entrena y en consecuencia, se desarrolla y se fortalece. La voluntad es una reflexión del intelecto, que dirige el camino y nos permite contar con más información para poder tomar las decisiones correctas.

“La voluntad y la fortaleza mental, me ayudan a mejorar mi capacidad para observar y sentir lo que hago así como percibir el entorno que me rodea, también a tener control de mis pensamientos, emociones y movimientos, pues sin este control no podría desempeñarme y ejecutar todos mis movimientos de la forma correcta y lograr los objetivos que me he trazado, esto lo aplico ante cualquier situación en mi vida independiente del ámbito y de los resultados que pueda obtener” (Javier Gasca, Gimnasta profesional y entrenador juvenil).

Una vez que logras decidirte a entrenar tu fuerza de voluntad, tarea que en primer lugar se escucha sencillo, pero que como hemos repasado, es un camino lleno de obstrucciones, los resultados son sorprendentes. De forma cotidiana, nos enfrentamos con obstáculos a la hora de tratar de alcanzar los objetivos deseados, desde, la pérdida de peso, hasta las metas profesionales, pero hay que entender que el proceso es más complejo de lo que parece.

La fuerza de voluntad va de la mano con la auto exploración, conocernos es fundamental como punto de partida, ya que si bien, todos tenemos la misma oportunidad de alcanzar metas, no todos tenemos las mismas capacidades y formas de alcanzarlo. La voluntad requiere autoconocimiento y energía para poder controlar los impulsos y conductas que por consecuencia dirigen el rumbo a acciones claras y definidas.

Evidentemente ningún ser humano, carece de la voluntad, ya que de cierta forma, es una cualidad intrínseca en la persona sin embargo, el trabajo de la misma no se toma con la seriedad que debería. Un ejemplo claro en la realidad, ha sido el ejercicio durante la cuarentena pues mantener el ritmo de entrenamiento ha sido una odisea para todos, sin embargo, en ya el tercer trimestre del año, se ha notado quien tiene esta cualidad bien trabajada.

Con el covid en nuestras vidas, se clarifica el punto central de este artículo, la voluntad es un aprendizaje gradual, va de menos a más, no puedes ponerte objetivos muy altos, como los que admiramos de las victorias de donde se busca obtener la motivación, de alguien que por supuesto, tiene un trabajo de años.

La voluntad es gradual y progresiva, hay que repetir las acciones constantemente, trabajar en ellas. No hay momento ideal, pero si es real que la prueba no viene cuando nos sentimos de maravilla y tenemos todas las ganas de cumplir nuestros objetivos, si no, cuando nos sentimos vencidos, cuando el cuerpo no nos muestra lo que queremos en el espejo, es como adquirir poderes, esa fuerza que te levanta y te hace pensar, que al final todo habrá valido la pena.

Lo interesante es entender que, los beneficios en la mayoría de los casos no se lograrán en el corto plazo, sino que es un largo trayecto que se verá marcado y construido por las decisiones que vamos tomando, y si, un día si influye, pues mientras menos se trabaje la fuerza de voluntad, el sendero cuesta arriba va a ser más largo y complicado. La buena noticia es que mientras más luches, por más lejos que parezca el resultado, va a llegar.

No importa si para el mundo es un objetivo pequeño, cuando lo consigas, van a haber personas que te usen como impulso, como motivación y es ahí en donde se convierte en tu deber mostrar el camino y no solo la victoria, enseñar lo que hiciste para llegar a ese punto y compartir, que esta vida da muchas vueltas y nunca sabes quien te está viendo, quien está aprendiendo de ti.

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